El templo de Salesianos Atocha reabrió sus puertas oficialmente la pasada semana tras más de medio año cerrado por las obras de restauración del techo.

Hace una semana, el Santuario de María Auxiliadora se preparaba para volver a acoger una gran celebración: las ordenaciones sacerdotal y diaconales de salesianos. Habían pasado más seis meses desde que a mediados de noviembre de 2020 la caída de parte del techo obligara al cierre del templo. Sin duda, María Auxiliadora intercedió para que el derrumbe se produjera de noche, con la iglesia vacía.

Las obras de restauración se prolongaron hasta finales de mayo. El proyecto salió adelante gracias, entre otras cosas, a la generosidad de muchos benefactores que respondieron a la campaña de donativos.

Por la fiesta de María Auxiliadora, el templo se reabrió parcialmente para venerar a la Virgen. En la primera semana de junio se retomaron las celebraciones de la Eucaristía, que se habían trasladado a la cripta y al patio del colegio Salesianos Atocha hasta entonces.

El pasado fin de semana, dos grandes celebraciones devolvieron su colorido a la parroquia: las ordenaciones y la solemnidad del Corpus Christi. El párroco, Iñaki Lete, traslada un mensaje de agradecimiento a Dios, a la Virgen y a todos los que han colaborado para que el Santuario de María Auxiliadora vuelva a abrir sus puertas.