Fiesta del Beato Felipe Rinaldi en Salesianos Arévalo

7 diciembre 2020

IBAN SEGURA GOYEN

El 5 de diciembre es un día especial para la Congregación. Se celebra la memoria del Beato Felipe Rinaldi, tercer sucesor de Don Bosco. Y en Arévalo tiene un sentido notable: la fiesta de los salesianos mayores y enfermos de la casa de salud.

A las 6 de la tarde del sábado, 5 de diciembre, comenzaba la celebración de la Eucaristía presidida por Samuel Segura, vicario de la inspectoría Santiago el Mayor. Salesianos de la comunidad, salesianos que pertenecen a la casa de salud “Felipe Rinaldi” y el personal que cuida de los hermanos estuvieron presentes y colaboraron en la celebración.

“Esto que siento por vosotros está plenamente justificado: os llevo dentro” así dice san Pablo a los Filipenses y esa es precisamente la realidad que todos vivís en la casa de salud, ayudándonos mutuamente y siendo cada día mejores, así lo indicaba en la homilía el vicario inspectorial. Y es que las lecturas de la memoria del beato Felipe son perfectamente aplicables a la realidad que cada hermano vive en su día en la casa de salud unidos como el sarmiento a la vid.

Tras la Fiesta eucarística, llegó la otra fiesta, una merienda compartida para todos los asistentes, amenizada por los cantos tradicionales de esta época como son los villancicos, además de los gestos de cercanía y ternura del personal encargado del cuidado de los hermanos de la casa de salud.

Vasijas de barro

“Este tesoro lo llevamos en vasijas de barro” (2 Cor 4,7). Y es que el tesoro de la Inspectoría Santiago el Mayor está en Arévalo, en León y en Logroño, en las casas de salud. Este tesoro son las personas, esas que hacen grandes las comunidades, los colegios, los oratorios, las parroquias. Los salesianos que han dado su vida a Dios por los jóvenes y siguen ofreciendo hasta su último aliento al Señor. Aquellos que se muestran ya en “vasijas de barro” dada la debilidad, la enfermedad, los momentos de dificultad,.. Son los hermanos mayores y enfermos, los primeros de la Inspectoría, los primeros de Jesús, son Jesús en la cruz.

Muchos han descubierto este tesoro, y lo visitan, y lo contemplan, y cuidan de estas “vasijas de barro” tan cercanas a nosotros. Gracias a los hermanos que, aun no pudiendo pasar a saludar por este momento de pandemia, seguís preocupándoos y rezando por nuestros hermanos enfermos, los preferidos de Dios.

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