Cada año, en los meses de julio y agosto, el inglés es el idioma más hablado en la granja escuela de El Encinar de Salesianos Mohernando (Guadalajara). Y no es porque este enclave en plena naturaleza atraiga a turistas, sino por el campamento de inmersión lingüística Farm Camp de Áncora. Un campamento que este año volverá a organizarse tras el gran esfuerzo de la entidad por seguir todos los protocolos necesarios para que los niños puedan disfrutar de esta experiencia con seguridad.
“Los niños necesitan salir de casa, y necesitan hacerlo con seguridad”, afirma Antonio Rodríguez, director de Áncora. Tras varias semanas de parón en su actividad, esta empresa ha apostado por volver con una oferta adaptada a las circunstancias especiales que estamos viviendo. Para ello, ha preparado un plan de contingencia frente al COVID-19.
Farm Camp tendrá lugar del 16 de julio al 22 de agosto, ofreciendo la posibilidad de inscribirse por semanas o por quincenas. Solo podrán acudir, como máximo, 100 niños, la mitad respecto a otras ocasiones. Los grupos serán reducidos, de 10 niños acompañados por su monitor y un encargado de velar por el cumplimiento de las medidas preventivas. La mayoría de las actividades tendrá lugar al aire libre, respetando la distancia de seguridad. Cuando estén en espacios cerrados, los niños usarán sus mascarillas.
Antes y después de cada actividad, se procederá a la desinfección de cualquier superficie u objeto de contacto. Los niños dispondrán de gel hidroalcohólico en cada momento para lavarse las manos. Habrá más turnos de limpieza, pero los empleados encargados de estas y otras labores no se cruzarán con los niños, como medida preventiva a favor de unos y otros. La empresa ha adquirido máquinas de ozono y alfombrillas desinfectantes, entre otras cosas, para reforzar las medidas de higiene.
Áncora pondrá en marcha las medidas preventivas antes incluso del inicio del campamento. Para ello, cuenta con la inestimable colaboración de los padres y de los profesionales de la salud. Los primeros se comprometen a tomar la temperatura a sus hijos y vigilar posibles síntomas de coronavirus durante las dos semanas anteriores al inicio del campamento. Además, el personal sanitario de Yunquera del Henares, con el que se ha establecido el contacto en estas semanas, velará por la salud de los muchachos que participen en Farm Camp. Cada día, los monitores medirán la temperatura de los niños e informarán de posibles incidencias a los profesionales sanitarios.
El objetivo de Farm Camp es “ofrecer ocio seguro y divertido”. “Es momento de hacer que las cosas sigan funcionando”, expresa Antonio Rodríguez.
Valores, tiempo libre e inglés
La empresa surgió en 2009 para colaborar con el programa BEDA de Escuelas Católicas de Madrid y tiene convenio de colaboración con otras de las sedes autonómicas de Escuelas Católicas como Murcia, Castilla-La Mancha y Extremadura. Farm Camp surge para formar en valores, en el tiempo libre y en el aprendizaje del inglés. Cuenta con programas semanales de inmersión lingüística durante el curso académico. Alrededor de 5.500 niños de colegios de todo el país iban a disfrutar de las actividades de Farm Camp durante este año, pero la declaración del estado de alarma obligó a suspenderlas temporalmente. La pandemia del coronavirus, como en otros muchos lugares, ha dejado una inusual estampa de quietud en esta granja escuela. Una quietud que se acabará en unas semanas con los niños divirtiéndose mientras mejoran su inglés.
CONSULTA TODA LA INFORMACIÓN SOBRE FARM CAMP EN LA WEB DE ÁNCORA
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