Domingo de Ramos, lo viviremos en esa iglesia doméstica: nuestra casa

5 abril 2020

Este domingo de Ramos no habrá procesiones por las calles, ni podremos reunirnos en nuestras iglesias con nuestros ramos de olivo para celebrar juntos el inicio de la Semana Santa. Este domingo de Ramos no podremos escuchar a los lectores que proclaman el relato de la Pasión, pero podremos leerlo en familia en nuestra casa, abriendo el evangelio de Mateo por el capítulo 26 y dejando que el relato resuene en nuestro interior desde lo que cada uno estamos viviendo. 


Posiblemente nunca tengamos una ocasión como esta para vivir una Semana Santa que nos toque verdaderamente el corazón. Esta situación nos ha desarmado de esas corazas de la rutina y de la costumbre, que tantas veces nos blindaban para no escuchar la llamada a la conversión personal. 


Sentir el dolor de las personas nos ha hecho crecer en capacidad de escucha, en sensibilidad y compasión… y nos ha lanzado muchos interrogantes personales. Hoy es Domingo de Ramos y lo viviremos en esa iglesia doméstica que es nuestra casa, nuestro hogar, nuestra familia. Lo haremos unidos porque aunque estemos separados físicamente, un cristiano nunca está solo.


Haciendo memoria del relato de la pasión de Jesús, podremos ponernos sin tapujos delante de él, tal y comos somos: dejar que fije en nosotros su mirada a pesar de nuestras incoherencias; sentir su amor y su compañía; contemplar la cruz y esperar el triunfo de la Vida. Es Domingo de Ramos y comienza una Semana Santa muy especial para todos. Una experiencia personal para encontrarnos, en medio de tanto dolor, con el maestro, el amigo, el Señor. ¡Feliz domingo!

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