Recuerdo con cariño esos momentos ya cercanos a las Navidades en los que pasaba por todas las clases haciendo a los casi dos mil alumnos del Colegio el mejor regalo que se puede dar en una casa salesiana: la imagen de María Auxiliadora en el calendario que acompaña la vida con el paso de los días del año.
María Auxiliadora es compañera silenciosa de la vida de muchas personas sencillas que dirigen a ella su mirada en los momentos de dificultad, en las situaciones de la vida, en el recuerdo de las personas que queremos. Ella es el signo de identidad de la educación recibida en la casa salesiana, es nuestra mejor "marca corporativa" que nos identifica como miembros y amigos de la familia de Don Bosco. María le mostró a Don Bosco su misión y le acompañó a lo largo de toda su vida… rezo para que quienes continuamos su sueño la tengamos siempre en nuestra vida como guía y como maestra.
