CG28: Una llamada a “vivir una vida fraterna auténticamente atrayente”

26 febrero 2020

 
Intentaré escribiros cada semana compartiendo con vosotros la experiencia personal del Capítulo, sentimientos y vivencias que va provocando en mí el desarrollo del mismo. Otros aspectos de contenidos los tenéis al alcance a través de la oficina de comunicación, tanto de ANS como de la inspectorial.

Llegar a Valdocco siempre es emocionante. Lo hicimos el sábado-noche, después de algún incidente el día anterior con uno de los coches, felizmente resuelto, pero que nos obligó a hacer noche bastante antes de la Junquera, donde teníamos previsto. El domingo, 16, memoria de la llegada de los salesianos a Utrera, nada más llegar al Valdocco, de rodillas ante el Sagrario y ante el cuadro de María Auxiliadora me confié al Señor, a vosotros, a toda la inspectoría, a todas las personas que llevo en el corazón. Le pedí a la Auxiliadora que nos siga cubriendo con su manto y nos proteja. Después de me fui al altar de Don Bosco y recé ante nuestro padre. Pedí por la inspectoría, por el nuevo inspector y que nos guíe en este importante Capítulo General, que vuelve otra vez a Valdocco, después de 62 años.

Unidad de la Congregación

Nos ha tocado el alojamiento en un hotel cercano al aeropuerto, junto a otros capitulares; somos cuarenta. La incomodidad de tener que ir y venir, queda compensada por el hecho de estar en estos lugares tan significativos, que hablan de Don Bosco, de su experiencia, de su carisma por todas partes. Os puedo asegurar que se respira un ambiente de verdadera familia, a pesar de ser tantos, 243, de tantas nacionalidades, hablando lenguas diferentes, pero que nos entendemos y comprendemos en ese lenguaje del corazón de Don Bosco, de la vocación y la misión idéntica que compartimos. Es impresionante comprobar la unidad de la Congregación con tanta, al mismo tiempo, diversidad.

La alegría que siempre reinaba en el Oratorio de Don Bosco, reina también estos días. Lo notamos nosotros y lo notan quienes llegan y se sienten acogidos, como afirmaba en el acto de apertura el cardenal Joao Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.

Mis queridos hermanos estos primeros días han sido un regalo: Por una parte, hemos tenido la presentación de la Relación del Rector Mayor, con la intervención los diversos consejeros y de él mismo, dando cuentas del trabajo realizado en el sexenio y presentando la situación de la Congregación, con sus luces y sus sombras. Y por otra, hemos creado el ambiente propicio para abrirnos al Espíritu Santo, con tres mañanas de una dimensión más espiritual. Tres mañanas en las que tres hermanos capitulares nos han presentado tres meditaciones centradas en los tres núcleos del tema capitular: 1. “La prioridad de la misión salesiana entre los jóvenes de hoy”, por Rossano Sala; 2. “Qué tipo de salesiano para los jóvenes de hoy”, por Eunan Mcdonnel; y 3. “Junto a los laicos en la misión y en la formación”, por Koldo Gutiérrez.

No al desaliento

El Rector Mayor ha presentado un informe que pretendía “exorcizar la tentación del desaliento y confirmar la esperanza que nos viene del Señor”. Una primera parte la ha dedicado a dar su visión de cómo en la Congregación se ha acogido y realizado el anterior Capítulo General 27, continuando esa llamada a “vivir más plenamente la primacía de Dios en nuestra vida y en nuestras comunidades” para ser más visibles y creíbles, una llamada a “vivir una vida fraterna auténticamente atrayente”, a estar “siempre con los jóvenes y para los jóvenes” en el “camino de la Iglesia y con el Papa Francisco”. 

En la segunda parte ha abordado “otras reflexiones sobre el estado de la Congregación”, presentando algunos logros y retos en el campo de la evangelización de los jóvenes, del Movimiento Juvenil Salesiano, de la Familia; el compromiso prioritario en la escucha y el acompañamiento de los jóvenes; la rica realidad de la animación misionera señalando los contextos en los que estamos ya sea por la realidad de la diversidad cultural y religiosa, como la realidad de movilidad humana y migraciones; se ha referido al camino de continuo crecimiento como Familia Salesiana de Don Bosco, a la figura del Coadjutor en la Congregación y, por último, a la capacidad vocacional. 

La tercera parte, sobre la animación y gobierno de la Congregación, recoge algunos asuntos referidos a las visitas del Rector Mayor; a opciones tomadas para la animación y gobierno de la Congregación y de las inspectorías; al nombramiento de inspectores, consejeros inspectoriales y directores; a la valoración del servicio del vicario del inspector; a los casos de abusos llamando a este tiempo “sexenio de purificación”; al “déficit de identidad carismática salesiana” con un “genericismo pastoral” e “individualismo apostólico” que está provocando en algunas parte de la Congregación una llamativa salida de hermanos que se incardinan en las diócesis; se ha referido también a la transparencia y solidaridad económica y disponibilidad de los hermanos; y al “Caso Gerini”.

A su estudio le hemos dedicado tiempo personal y tiempo por Regiones, concluyendo el trabajo con una serie de preguntas que hemos enviado el Rector Mayor para aclarar y profundizar su informe.

Os recordamos a todos con afecto y os tenemos muy presentes. Una vez más, solicito vuestra oración pidiendo al Señor y a nuestra Madre Auxiliadora que acompañen los trabajos del Capítulo General, para que seamos dóciles a las inspiraciones del Espíritu Santo.

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