La parroquia San Miguel Arcángel, de Madrid (c/ General Ricardos, 21), celebra todos los años la fiesta de Don Bosco. Y no solo eso: los niños, jóvenes y familias conocen y quieren al santo fundador de los salesianos y tienen un oratorio-centro juvenil con actividades entre semana y de fin de semana. El culpable de todo ello es su párroco, Miguel Ángel Torrente, quien afirma que "no he sido yo quien he encontrado a Don Bosco, sino Don Bosco quien me ha encontrado a mí". Tanto es así, que hace unos años, el inspector D. Juan Carlos Pérez Godoy entregó a la parroquia una reliquia de Don Bosco, que ahora guardan y veneran con mucho cariño.
Y por supuesto, el pasado día 31 de enero, este cariño y devoción por Don Bosco se transformó en una fiesta de "misa, pizza y paraíso". La misa, muy concurrida, especialmente por los niños y jóvenes, fue presidida por Mons. Jesús Vidal, uno de los obispos auxiliares de Madrid con ocasión de la visita pastoral a dicha parroquia, y terminó como no podía ser de otra manera, con el beso a la reliquia del santo. Después, en el amplio salón parroquial, el consumo de la pizza y alguna otra cosa más, todo ello preparado por las propias familias, de combinó con una multitud de pequeños juegos de oratorio, con los vales correspondientes que se intercambiaban por chucherías, y todos se animaban a sacarse una foto frente al “photocall” de don Bosco. Es decir, un auténtico paraíso salesiano.
