Monseñor Martín Quijano visita Salesianos Fuenlabrada

8 noviembre 2019

Tiene nombre de hidalgo manchego…, MARTIN QUIJANO. Es el último obispo ordenado en la Congregación Salesiana, -el pasado mes de septiembre-, y acaba de participar en el Sínodo de la Amazonía…, precisamente porque su Vicariato Apostólico de Pucallpa, está en la selva del Perú. Ha sucedido en el cargo al obispo de origen italiano Mons. Gaetano Galbusera Fumagalli que renunció por edad con 79 años. Se trata de una diócesis de apenas 60 años de existencia, en la que sólo ha habido tres obispos con el actual.

Mons. Quijano tiene buenos amigos en España porque hasta no hace mucho era el responsable de Misiones y Voluntariado de Perú, donde coincidió con no pocos voluntarios y salesianos españoles por aquellas tierras. En Fuenlabrada coinciden algunos de ellos que le han invitado a residir durante su estancia en los pocos días de visita por España, como Esteban Tapia que también ejerció el cargo de responsable de Misiones y Voluntariado a nivel Inspectorial hace algunos años. 

En su visita a esta presencia, ha tenido la ocasión de conocer las realidades de una obra que se sitúa “en las periferias”, como le gusta decir al Papa Francisco. En unas circunstancias de carácter también misionero, dada la sociedad en la que vivimos, tan ajena al sentido transcendental y religioso. Donde la acción ad gentes ahora es ad intra…, porque muchas de las personas que participan de la acción educativo-pastoral de esta obra han venido de esos territorios que antes se llamaban “de misión” para configurar una realidad pluricultural e interreligiosa. En las Buenas Noches compartidas con la Comunidad, tras la misa parroquial del 04 de noviembre, Mons. Quijano destacaba la relevancia que tiene para la Iglesia los pueblos más pequeños y la labor misionera realizada por tantos salesianos, particularmente el P. Luis Bolla entre los asuar, un pueblo que da mucha importancia a los sueños y se identifica con esa dimensión premonitoria que tenía también Don Bosco. 

Antes de despedirse, tuvo ocasión la tarde del martes 05 de noviembre de compartir un momento de la catequesis de los niños de Comunión para contarles cosas de la selva amazónica y un pequeño cuento de lo importante que es compartir para los cristianos. Este obispo tiene como lema episcopal “Enraizados y edificados con Cristo”. Es lo que deseamos, en su nueva andadura con los más pobres entre los pobres. Para que, en medio de las dificultades, pueda mostrar el amor que Dios nos ofrece por medio de su Hijo Jesús, al estilo de Don Bosco y con la sensibilidad ecológica que suponen esos lugares, con la urgencia demostrada en el Sínodo.

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