Las Asociaciones de María Auxiliadora (ADMA) de Galicia se reunieron en la parroquia santuario de María Auxiliadora de Vigo para hacer el homenaje anual que dedican a su patrona. Alrededor de 300 personas, devotas de nuestra Madre, convivieron con gran ilusión y compartieron las mismas emociones de ser hijos de nuestra Auxiliadora. Una de las razones por la que la comunidad este año escogió la ciudad olívica para albergar los festejos de esta fecha señalada, es porque este año se cumple el 125 aniversario de la llegada de los salesianos de Don Bosco a la urbe: "Creemos firmemente que es Ella, nuestra Madre, la que se empeñó en traerlos a nuestra ciudad".
Hacia las 10:30 de la mañana fueron recibidos en el salón Cine Teatro Salesianos, donde tuvo lugar una acto cultural con palabras de bienvenida del director de la obra, Joaquín Nieto, al que siguió un cálido recuerdo del inspector, Juan Carlos Pérez Godoy, recordando las efemérides que la obra salesiana de esta ciudad está celebrando este año. Una proyección sobre la historia de estos encuentros, realizada por José María Núñez, dio paso a la intervención del grupo folclórico Corisco, que puso el colofón al acto con un toque de cultura gallega. Todo fue presentado por Rafael Martínez Sidrach, presidente de Antiguos Alumnos Salesianos.
La celebración continuó con una Eucaristía, en la que los asistentes y fieles habituales abarrotaron la iglesia de María Auxiliadora. La Misa y la posterior comida de hermandad sirvieron para aunar más la comunión entre los diversos grupos. La jornada terminó con el canto de la Salve, la bendición de María Auxiliadora y unas palabras de ánimo del obispo, monseñor Luis Quinteiro Fiuza. "Con un beso a la medalla de la Virgen nos despedimos hasta el año que viene".