Llegaba a estos lares el martes, día 7, por la noche, y, ya en la mañana siguiente nos dirigió unas palabras en la meditación sobre la vida espiritual y presidió la Eucaristía. Dedicó la mañana al encuentro con los salesianos de la comunidad. Dio los Buenos días a todos los alumnos presentes en la Iglesia. Antes de la comida dirigió unas palabras de ánimo y agradecimiento al Claustro de profesores, reunido a tal efecto.
Por la tarde se desplazaba, en primer lugar a Astudillo, presencia “muy salesiana” que no conocía y alabó sus instalaciones remozadas y bien presentadas para los muchos grupos que disfrutan de ellas. Se reunió con el Consejo de la Familia Salesiana de la localidad percibiendo sus inquietudes y dándoles ánimos para seguir en la misión. Les trasmitió también los saludos del Rector Mayor, D. Ángel, muy conocido por estos lares. Tuvo ocasión de visitar el convento de las Madres Clarisas. Se trasladó, después, al Centro Salesiano de Palencia, obra singular y original, en la que trabajan al unísono los Antiguos Alumnos, los Salesianos Cooperadores y la Asociación de María Auxiliadora. También aquí alabó la labor que se realiza y enfatizó la realidad de esta obra palentina. Firmó en el “libro de oro” de la casa y terminó la jornada con las Buenas Noches a la comunidad.
Al día siguiente, 9, por la mañana, tras la Eucaristía, siguió con las entrevistas personales con salesianos y con los responsables seglares de los distintos ambientes, Colegio, Centro Juvenil, Plataforma Social, y visitando las instalaciones. Asistió a la inauguración de la VI jornada de Seguridad Informática con gran participación de alumnos de F: P. de Palencia y provincia. Por la tarde tuvo los encuentros con las ADMAS de Villamuriel y los animadores del Centro Juvenil. A ambos los animó a consolidar el espíritu salesiano y la devoción a la Virgen en esta localidad y a trabajar para que se mantenga vivo y en constante progreso. Terminó la jornada con la oración de vísperas y la exposición del acta de la visita. Como muestra de agradecimiento por su presencia y testimonio se le entregó una bella reproducción del “Cristo del Otero”, que domina sobre la bella ciudad románica de Palencia.
Tras la cena partió para Valladolid donde continúa con esta visita. Gracias, D. Stefano, por su visita, sus palabras de aliento y su testimonio.