Stefano Martoglio: Día intenso en la casa salesiana de Guadalajara

2 mayo 2019

Comenzó la visita el Domingo de Pascua con la celebración de la Eucaristía parroquial, y el encuentro y diálogo con los salesianos de la comunidad. 

El lunes de Pascua participó en el tradicional encuentro entre las comunidades salesianas de Guadalajara, Alcalá de Henares y Fuenlabrada. Tras la celebración eucarística en el Monasterio de las Jerónimas de Yunquera de Henares, las tres comunidades compartieron en la casa de Mohernando el cordero pascual. 

Por la tarde, nuevos encuentros: esta vez con el Consejo pastoral y económico de la parroquia y con el grupo de Hogares Don Bosco en la Pizzería Mamá Margarita. 

El martes de Pascua dedicó toda la mañana y parte de la tarde al Colegio. El primer encuentro fue con los alumnos de secundaria. “En los buenos días nos habló de dos ideas fundamentalmente: estamos en una casa salesiana porque así quiso don Bosco que se llamara todas las presencias salesianas y la segunda idea fue cuando nos habló emotivamente de Siria (el silencio se podía cortar); somos privilegiados porque contamos con muchas cosas que otros jóvenes no tienen y que lo más terrible que hay es una guerra”.

Luego tuvo el encuentro con infantil y primaria.  Por la tarde se reunió con todos los profesores. Comenzaron los cuatro coordinadores exponiendo la situación del colegio. Don Stefano explicó qué es el Consejo General y su función en el mismo. Animó a seguir trabajando según el estilo de don Bosco porque es el tiempo de los seglares y se llega a muchos más jóvenes. Dijo que se tiene claro que la implicación nos permite llevar esta obra de educación. Sin la implicación de los seglares no se puede hacer casi nada. “Nos propuso un lema: para nosotros la educación es la excelencia de todos. Terminó dando las gracias por nuestro trabajo”, apuntan miembros de la Comunidad Educativa.

El siguiente encuentro fue con el CEP, el Consejo de la Comunidad Educativa. Habló de la importancia de este Consejo para llevar adelante la misión de la Congregación.

Unos días intensos y reconfortantes. “GRACIAS, don Stefano, por su visita y presencia, por su aliento y su palabra”.

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