“Cuando esa maquinaria se pone en marcha… todo fluye”

24 abril 2019

Vicente Toro:
La Pascua, no es una experiencia nueva para nosotros. Primero como chavales y después como animadores ya habíamos vivido esa experiencia en varias ocasiones. Pero vivirla con nuestros hijos de 1 y 4 años…eso sí que era nuevo para nosotros. Íbamos con miedos, dudas, incertidumbres. Y, ¿qué es lo que nos hemos encontrado? Una sólida red de comunidades, tejida desde el cariño y el amor fraterno en Jesús, que hace posible la locura de juntar a 154 personas (70 de ellas niños-adolescentes desde los 1 hasta los 17 años) para vivir intensamente los días de Pascua.

Y cuando esa maquinaria se pone en marcha…todo fluye. Experimentamos en primera persona cómo es posible tener: momentos de oración y reflexión personales, grupos de adultos con calidad donde compartir lo vivimos entre personas de distintas comunidades y diversas realidades, tiempo donde celebrar personal y comunitariamente los sacramentos de la eucaristía y de la reconciliación…a la vez que los niños disfrutan de diversas actividades y se integran en todas y cada una de las celebraciones cristianas que hemos vivido desde el Jueves Santo al Domingo de Resurrección. ¡Es realmente complicado expresarlo, por eso…os recomiendo vivirlo! Esto ha sido para nosotros esta Pascua de familias, esta Pascua en familia.

Comunidad de Fuenlabrada:
La pascua del 2019 la vivimos, un año más, en Mohernando, en la Pascua Inspectorial de Familias y Jóvenes, de forma mayoritaria. Aprendiendo de lo vivido el año anterior, ya desde la preparación se fueron introduciendo novedades que estaban pensadas para poder asumir el crecimiento de participantes que esperábamos y que al final tuvimos. En total fuimos más de 150 personas, con casi 70 niños de todas las edades y de varios lugares de origen:  Atocha, Paseo, Parla, Guadalajara, Carabanchel, Soto, Salamanca, … 
 
En la sección Fuenla, a parte de nosotros, también estaban Germán y Rebeca, de la comunidad de Emaus, Carol y Ali, a caballo entre emaus y comunidad abierta, Kelin, Jotas y las cuatro animadoras que iban a encargarse de los niños. 

Jueves Santo
El jueves estábamos convocados en Mohernando a las 11.30, para empezar a distribuirnos por la casa y para hacer la primera reunión de presentación de la Pascua. Dado del volumen de personas que éramos, utilizamos la iglesia como lugar principal de reunión de la asamblea, tanto para aspectos organizativos como celebrativos. 

Para el primer momento de presentación, Esme y Jota dijeron los avisos generales de organización y fuimos presentándonos familia por familia, diciendo el nombre y el lugar de origen. Cuando terminamos, los niños se fueron con las animadoras y Jota presentó los primeros materiales para el momento de reflexión inicial. 

La celebración de la tarde, la cena del Señor, fue preparada por la comunidad de Salamanca y estuvo marcada por la participación de todos en los muchos gestos que hubo durante la celebración: vestimos el altar con algún mantel o pañoleta representativo de nuestros lugares de origen, íbamos pintando un cartel según recibíamos el lavatorio de los pies, los niños pintaron colorearon unos dibujos… 

Cuando terminamos la celebración tuvimos el primer momento de grupos. Fue un momento de presentaciones individuales y de compartir lo que habíamos reflexionado a partir de los materiales proporcionados basándonos en las preguntas propuestas: ¿mi vida trascurre por la via del servicio? ¿Cómo vivimos la familiaridad en nuestros espacios de atención y cuidado…?
 
La oración de la noche, la hora santa, que fue preparada por la comunidad de Atocha, giró en torno a ser luz. Por la lluvia, no pudimos hacerla según habían planificado, por lo que tuvimos que desarrollarla en la iglesia. Constó de tres momentos en los que recordamos Getsemani.

Viernes Santo
Empezamos el viernes con Laudes, preparados durante toda la Pascua por la comunidad de San Vicente. Los niños iban acumulando durante los tres días de pascua pegatinas para hacer, al final, un marca páginas y la dinámica de la oración estaba pensada para que ellos también participaran en uno de los coros.

Por la mañana hicimos el viacrucis de las manos(preparado por la comunidad de La Campana) que, dado que estaba lloviendo, tuvo que ser alrededor del patio de martires. En diferentes estaciones había gestos con las manos y reflexiones que invitaban a todos a participar: manos amigas, manos libres, manos juntas, manos fraternas, ….

La celebración de la tarde, la Pasión del Señor, fue preparada por Fuenlabrada que tratando de respetar la sobriedad de la celebración, hicimos también los chicos participaran. El gesto central de la celebración, la adoración de la cruz, la hicimos con trozos de cuerda que íbamos atando a la cruz, como símbolo de unirnos a la oración de todos los cristianos en la muerte de Jesús. Nuestro cristo quedó lleno de trozos de cuerda y, en silencio, abandonamos el lugar de oración al que volvimos por la noche.
 
La oración de la adoración de la cruz fue muy intensa. Fue preparada por la campana con varias canciones de Taize y con lecturas de textos que ayudaban a reflexionar cuando cada uno de nosotros matábamos a Jesús. La cruz, al principio de la celebración tapada con noticias del mundo impresas, se fue descubriendo poco a poco con los gestos que íbamos haciendo todos, hasta terminar descubierta. 

Sábado Santo
Después de unos nuevos laudes, la actividad de la mañana del sábado fue la celebración de la reconciliación, guiada por la comunidad de Alcorcón. Nos presentaron los materiales a la misma vez que se daba comienzo a la celebración, con tiempo de reflexión personal y posibilidad de llevar a cabo el sacramento de la reconciliación. Terminábamos con un gesto de lavarnos las manos que antes nos habíamos manchado con barro. 

Por la tarde Juan Carlos y Quique nos prepararon un juego de Geocaching, con pistas GPS por todo el Encinar y que, con algunas trampillas que otras, fuimos haciendo. Fue un momento divertido tanto para mayores como para los más pequeños y, como no habíamos podido salir a la calle por la lluvia, nos sirvió para expandirnos un poco. 

Ya por la noche, la velada, organizada por la Comunidad Abierta, estuvo llena gestos y símbolos. Empezamos en los columpios, con el rito del fuego, pasando de las tinieblas y la oscuridad a la luz, y fuimos en procesión hacia la iglesia, donde fuimos cubriendo los diferentes ritos: palabra, agua, eucaristía,. Fue una celebración muy vivida y muy emotiva. 

Terminamos nuestro sábado en el teatro, con un concurso “La Voz” organizado por San Vicente. Fue muy divertido y se pudo ver el buen ambiente que se había ido generando durante toda la Pascua. 

Domingo de Resurrección
El domingo empezó con un pequeño incidente con la alarma anti incendios, que nos hizo despertarnos antes de lo previsto. 

Ya levantados, hicimos la oración de laudes y lo único que quedaba era recoger y despedirnos, para volver cada uno a nuestro lugar de procedencia con muchos recuerdos en nuestra cabeza y con ganas de repetir el año que viene y sintiendo que, una vez más, Cristo ha resucitado.

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