Convocados por Eusebio Martínez, con la presencia del Sr. Inspector, Juan Carlos Pérez Godoy, y dirigidos por Eugenio Alburquerque han reflexionado sobre la llamada a la santidad, inspirada en la exhortación apostólica Gaudete et exultate y en el aguinaldo el Rector Mayor "La santidad también para ti" y centrada en el pensamiento de san Francisco de Sales.
El día giró en torno a tres charlas que definieron los temas de reflexión:
1. "Una santidad para todos" (aportación y pensamiento de san Francisco de Sales).
Es adecuado constatar que los términos santidad, perfección cristiana y devoción son, para el obispo de Ginebra, sinónimos. Y junto a esto el descubrimiento de que la promoción a la santidad es para todos los cristianos: "Donde quiera que nos encontremos podemos y debemos aspirar a la santidad" (IVD I, 3). Se trata, pues, de una santidad de lo cotidiano, vivida en la propia condición y arraigada y sostenida en el amor de Cristo, en la voluntad de Dios, que se expresa en los mandamientos, en los deberes del propio estado y en los acontecimientos que entretejen nuestra jornada. Dios nos espera en la vida ordinaria. Esta santidad de lo cotidiano halla su centro en el amor y tiene como gozoso camino de santidad, la alegría. Quien vive en la certeza de que Dios le ama no halla a su vida otra respuesta que el amor.
2."La santidad en la vida cristiana"
Desde el Vaticano II, alentado por los últimos pontífices y fundamentado en el Nuevo Testamento, aparece claro este camino de santidad. Se trata de una llamada que ha encontrado su programa en la exhortación Gaudete et exultate y que tiene como objetivo hacer resonar la llamada a la santidad encarnándola en el contexto actual con sus riesgos, desafíos y oportunidades. Así dice el papa Francisco: "Sé santo viviendo con alegría tu entrega, amando y ocupándote de tu esposa o de tu marido, cumpliendo con honradez tu trabajo, luchado por el bien común, renunciando a tus intereses personales". De acuerdo con este proceder el modelo de santidad no puede ser otro que el marcado en las bienaventuranzas. Una vez más, "feliz, bienaventurado, dichoso" son sinónimos de santo. La realidad evangélica de las bienaventuranzas es la instancia urgente del cristiano para llegar a ser perfecto como el Padre es perfecto.
3. "La santidad de Don Bosco, la santidad salesiana"
La acción educativa de mamá Margarita, el discernimiento espiritual de san José Cafasso, la propia experiencia de Don Bosco, a lo que se unirá la caridad pastoral y el "da mihi animas", … formarán el núcleo esencial y la raíz más profunda de su actividad interior, de su diálogo con Dios. Se puede decir que el "da mihi ánimas" es la expresión de la vida mística de Don Bosco, la síntesis de su espiritualidad y de su ascética. Añadamos a esto la paternidad de Dios, el misterio de Cristo, la presencia del Espíritu y la predilección por los jóvenes…, y tendremos el cuadro completo.
Así pues, estos podrían ser los rasgos de la santidad de Don Bosco:
Una santidad humanista: presenta una síntesis armoniosa de naturaleza y gracia, de razón y fe, de tierra y cielo, de hombre y Dios.
Una santidad educadora: se hace dándose, entregándose a los jóvenes; su sistema educativo no es solo una experiencia educativa, sino también espiritual.
Una santidad sencilla: su vida espiritual se centraba en las costumbres de su tiempo; no le gustaba multiplicar prácticas de piedad.
Una santidad de la alegría: "Nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres".
Si a esto añadimos una ascesis interior que se centra en el "trabajo y la templanza" y la presencia de María, habremos diseñado el camino de la santidad del fundador y de los seguidores de su carisma.
A la temática, una propuesta de santidad cercana, al alcance de la vida de cada uno de los que viajamos, se añade la alegría del encuentro, la convivencia, la comida fraterna y la acogida incondicional de la comunidad salesiana de Ourense. Sobre las 18:00 se iniciaba el regreso a los lugares de origen “ganas de progresar en nuestro camino específico de santidad. Hemos sabido que más de uno repetía en su corazón: Yo también quiero ser santo".
Se llega así al ecuador de las jornadas de espiritualidad de la Familia Salesiana de la inspectoría Santiago el Mayor, se celebró ya en Madrid el 23 de febrero y está prevista la siguiente en León, el próximo sábado, 9 de marzo.
