La comunidad salesiana y su familia sentimos su muerte y creemos en lo que Jesús proclama en el Evangelio: “Yo soy la resurrección y la vida. Quien cree en mí, aunque haya muerto vivirá.” (Jn11, 25).
Después del funeral se procederá al entierro en el panteón salesiano.
Damos gracias a Dios por la vida y la vocación salesiana de nuestro hermano Ángel Bíblides, y le pedimos que lo acoja en su Reino.