Pregón inaugural del 50 aniversario de la Parroquia Sto. Domingo Savio

25 enero 2019

El frío invernal dio una tregua para dar paso a una tarde más suave y otoñal que el gélido ambiente de otros días, haciendo un guiño amable al patrón de los salesianos en ese día 24 de enero que era su fiesta, y favoreciendo la participación de los más de trescientos asistentes a los actos organizados con motivo de la inauguración del 50 aniversario de la Parroquia Salesiana Sto. Domingo Savio. 


En el Salón de Actos del colegio no cabía un alma y Don Bosco sonreía agradecido desde el cuadro frontal junto al escenario, donde se ultimaban los detalles. Representantes de todos los ambientes de la obra estaban presentes. Los más madrugadores hicieron tiempo en la cafetería degustando un café y luego vino la avalancha. Los jóvenes del Centro Juvenil habían preparado un servicio de guardarropa para hacer más agradable la estancia de los invitados. Con buen ambiente de familia, la gente departía y se saludaba mientras llegaban las autoridades: el Inspector y algunos miembros de su Consejo, el Vicario episcopal de la zona y el arcipreste. Estaban presentes, además,  un numeroso grupo de salesianos, algunos venidos de muy lejos, como Puertollano o Logroño, salesianas y religiosas de otras congregaciones, familias enteras, profesores, alumnos y antiguos alumnos, miembros de las corales y Cáritas, catequistas, simpatizantes de la obra… 

Introdujo y condujo el acto el director actual, Manuel de Castro, con una presentación casi sacramental, enorgulleciéndose de todo lo realizado en la Parroquia durante este medio siglo de vida transcurrido, y dando paso a un vídeo resumen del actual quehacer de la comunidad parroquial. 

Después le tocó el turno al párroco actual, Isidro Calvo, que hizo un detallado resumen de la labor evangelizadora llevada adelante por todos los párrocos y vicarios parroquiales, algunos de los cuales se hallaban presentes como, Miguel Rivilla, actualmente sacerdote diocesano, y Francisco Rodríguez, así como un ingente número de agentes pastorales en todos los frentes y edades. 

Y llegó el momento esperado. El historiador salesiano, Francisco de Coro, comenzó rompiendo los cánones, saludó a los jóvenes antes que a las autoridades y deleitó a los asistentes con un pregón a modo de carta-memoria del pasado familiar e histórico, salpicado de nombres y hechos relevantes, anécdotas vocacionales… Y hasta cantó e hizo cantar por la libertad, como los trovadores de antaño, recordando los avatares personales y sociales de la postguerra y la transición española, recreando el ambiente madrileño de su querido barrio castizo de Lavapiés y alrededores, de aquellos tiempos recios y los inicios legendarios de esta presencia salesiana llevada a cabo por Don Rómulo Piñol y las salesianas, sus colaboradores salesianos y laicos venidos de Atocha, nombrando profesores, antiguos alumnos… Realmente emocional, vibrante… Todos aplaudieron a rabiar porque había calado hondo en los sentimientos y vivencias de antaño, porque 50 años son muchos años. Así lo recalcó Juan Carlos Pérez Godoy, el provincial de Salesianos Santiago el Mayor, y a modo de buenas noches salesianas recordó las claves fundamentales de una Parroquia salesiana, para hacer futuro contando con los jóvenes y laicos, superando toda forma de clericalismo, favoreciendo la coordinación con los otros ambientes…


Como broche de oro, actuó un quinteto musical que interpretó una pequeña selección de cantos italianos y españoles de ópera y zarzuela, siendo admirados por todos en la ejecución y acompañados por las palmas. Después los asistentes departieron con un “piscolabis” en los pórticos del colegio, felicitando tanto a los organizadores del evento como los protagonistas más directos que hicieron posible que esa tarde de enero fuera menos gélida y emocionalmente intensa, con el calor salesiano de una parroquia que ha superado ya medio siglo de existencia en el barrio de Ciudad Lineal. 

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