Qué bonito es vivir un Verano salesiano de campamento y sentirse como en casa en este caso, en una isla del mediterráneo, en Malta. 

El día 6 de julio preparé la maleta, lo que no sabía es que me iba a sobrar tanta ropa. En Malta hace mucho calor  y lo más necesario es llevar el bañador siempre puesto para disfrutar con los niños en el agua. 

He vuelto a España con el corazón lleno de nuevos rostros de animadores  y niños que me han hecho sentir que no importa que hablemos diferente idioma que lo que de verdad cuenta es el cariño que les das y las sonrisas que regalas. Aunque hay que reconocer que es muy divertido enseñar y aprender nuevas palabras en otro idioma, el maltés es difícil, por eso siempre podemos recurrir al inglés. 

Es muy enriquecedor salir fuera de nuestro país y conocer que el carisma salesiano se respira en otros sitios. Gracias a los salesianos de Malta, a los animadores y a los niños del Summer Camp in Senglea por todo el cariño recibido. Y especialmente GRACIAS a DonBoscoYouthNet que hace posible que los animadores podamos mejorar nuestras habilidades, conocimientos, actitudes y  sigamos creciendo como cristianos compartiendo nuestra fe allá donde estemos en el ambiente salesiano.  

El tiempo ha pasado muy rápido y eso es señal de que hemos disfrutado al máximo de todos los momentos (jugando, limpiando el oratorio, celebrando las eucaristías, comiendo) La vida es una maravillosa aventura donde cada paso cuenta, cada gota cuenta y cada nuevo lugar que conocemos nos hace tener una mentalidad más abierta y un corazón más  grande. 

Me siento muy feliz y agradecida a Dios , por esta razón quiero compartir mi experiencia, para que otros animadores tengan la oportunidad que he tenido yo de seguir dando lo mejor de mí misma y seguir disfrutando del gran regalo que es la vida creciendo como persona y como cristiana.