Los grupos provenían de los centros juveniles de Avilés, Oviedo, León, Valladolid, Villamuriel, A Coruña, Ourense y Vigo.
Las mañanas del campamento comenzaban con la oración de buenos días, “que en esta ocasión centramos en la presentación y profundización de la oración cristiana por excelencia: el Padrenuestro. Por lo tanto, cada día fuimos presentando el sentido de una de las “expresiones” que componen tal plegaria”.
Tras el desayuno y la realización de las tareas de la casa, comenzaban las “ponencias” que, a través de dinámicas diversas, abordaron las siguientes temáticas: elementos humanizadores y deshumanizadores del placer, el poder y el poseer en nuestras vidas. La problemática del “parecer”, del “postureo” en nuestra vida cotidiana y en nuestras relaciones.
De cada uno de estos temas se hizo por las tardes “una lectura cristiana” acudiendo a los textos evangélicos que las abordan para descubrir la postura de Jesús en cada una de las mismas.
En las dos últimas ponencias se abordó la “Pascua”, es decir, la propuesta de la fe cristiana, que presentamos a través de la dinámica de los “lazarillos” para ir descubriendo que la persona cristiana es aquella que le permite a Jesús ser el “lazarillo” en su vivir cotidiano: le permite, con palabras del concilio Vaticano II en el mensaje a los jóvenes, ser “el profeta de la verdad, el Amigo y Compañero de los jóvenes”. Y, finalmente, la “programación, es decir, plantearse un pequeño “plan de vida” que nos “conecte” a diario con la propuesta cristiana de vida”.
A lo largo del campamento se dedicaron 2 sesiones nocturnas a los “talleres de oración”. Estaban preparados 5 talleres de oración y cada grupo de campamento pasó por 2 distintos. “También tuvimos 2 celebraciones de la Reconciliación: una para los de 1º de catecumenado y otra para los de 2º catecumenado”.
No faltaron tampoco lo que denominamos momentos de “tiempo libre organizado” donde llamó la atención la participación y la gran creatividad de todos los chicos y chicas.
Además, una tarde de excursión hasta la playa de Montalvo y otra jornada de caminata hasta la zona de “O terrón”, momentos que permitieron una convivencia más intensa entre todas las personas del campamento.
El sábado 7, con la celebración de la Eucaristía a las 12,30, la entrega a cada participante del “Evangelio al día 2019”, y la comida posterior “pusimos fin a nuestra experiencia, que ha resultado muy positiva”.