En el día internacional del Libro, en Ciudad de los Muchachos, también la apuesta por la cultura del libro y de la palabra enriquecedora, han encontrado su canal de expresión. 

Eran las 9:30 de la mañana cuando todo el alumnado del colegio, con sus profesores, empezó a movilizarse, colocándose en el lugar convenido, formando un gran corazón en el patio: Infantil en la parte delantera. Primaria a la derecha. ESO a la izquierda y Formación Profesional bordeando todo el corazón, excepto la parte delantera. 

La iniciativa había partido del equipo general de pastoral, ya al principio de curso. Claro que "la inspiración viene por el trabajo constante de los preparativos", y… hasta finales de marzo y principios de abril no llegó la inspiración. La idea era muy simple: "Un corazón". Corazón que simboliza no solo el mundo de la razón que se abre y se relaciona, sino también, el mundo de los sentimientos y las emociones que flanquean esta relación interpersonal. 

Así, del corazón parten el coraje y la voluntad de la entrega y el compromiso para alcanzar los horizontes que propone la razón. "Dar sabor a la vida", el "sabor de la felicidad"…, requieren personas aguerridas y corajudas, conscientes de que, si la vida no es dulce, uno tiene la oportunidad de ofrecer su aportación para endulzarla. Y en esas estamos.

Claro que la palabra del libro vino en ayuda del colegio de Ciudad de los Muchachos para iluminar el camino y el compromiso de todos en la construcción de una convivencia educativa mejor, de una sociedad mejor, de un mundo mejor. 

El libro de los libros, la Biblia, nos proporcionó el texto que profesores y alumnos de todas las secciones han leído públicamente: La parábola de los talentos nos ofrecía una estrategia eficaz para llevar a cabo este proyecto. Con lenguaje infantil, pero no por eso menos profundo, se desarrolló todo el evento.

La guinda azul, la puso un enorme y atronador avión que captó durante unos prolongados segundos la atención de los más pequeños. Los niños señalaban con sus deditos elevados al cielo, la trayectoria del reactor, para luego volver a nuestra realidad del libro. El acto se cerró con el rezo conjunto del Padre Nuestro y unos sentidos, decididos y vibrantes: "¡¡¡Viva Don Bosco!!!". 

La jornada continuó con su horario normal. Los más pequeños de Infantil tendrían su relectura, comprensión y asimilación del texto con sus maestras…, y toda una jornada condimentada con cuentos, con la colaboración de algunos alumnos de 4º de ESO, que se desplazaron hasta las aulas de Infantil para leerles cuentos escogidos de los que les gustan mucho a los niños; porque "si siembras buenas semillas, a su tiempo recogerás buenos frutos".