La convivencia de Mataelpino, primera gran aventura del curso en Citycentro

6 noviembre 2017

 

Así lo reflejaban las caras de los chavales al bajar del autobús ya de vuelta en Madrid el domingo por la tarde, después de dos días intensos de juegos, aventuras, actividades, risas… además, hizo muy bien tiempo, por lo que todo salió como se esperaba.

Y es que la convivencia de principio de curso en nuestro albergue favorito es una tradición que cada año va a más. Este año hemos sido más de 130 personas entre niños de Chiqui, chavales de Preas y Ados, animadores, equipo de intendencia y cocina, salesianos… una auténtica familia. Y una vez más, esta vez con los Jones como anfitriones (Tadeo e Indiana), hemos disfrutado mucho.

Salíamos el sábado por la mañana dispuestos a aprovechar cada momento al máximo. Sin apenas soltar la mochila, los pequeños por un lado y los mayores por otro hicimos la presentación oficial a la convivencia con los primeros juegos de la mañana. Eso sí, después del saludo de bienvenida de Mata para todos los aventureros. En Chiqui nos marchamos a la zona de las jaras para encontrar el tesoro perdido de Tadeo Jones. Así, realizamos diferentes pruebas por grupos, además de una final muy divertida para ver quién se lo quedaba. Los mayores, ambientados en Indiana Jones (que había perdido la memoria), debíamos ayudarle a recuperar sus aventuras viviéndolas nosotros. Esa mañana nos tocó revivir “El Arca Perdida”, encontrando todas las partes.

Eso fue la mañana del sábado. Tras la comida, disfrutamos de un rato de tiempo libre como suele ser habitual, con deportes, juegos temáticos, juegos de mesa y buenos momentos en el pinar haciendo grupo y nuevos amigos. Después, llegarían las diferentes actividades de la tarde. En Chiqui la tarde no estuvo nada mal y fue bastante completa: primero hicimos un sarcófago para llevarnos de recuerdo a nuestra casa, después competimos por grupos a ver quién se llevaba el tesoro obtenido por la mañana y por último reflexionamos, con ayuda de una pirámide sobre las cosas importantes de nuestra vida.

En Preas y Ados tampoco tuvimos tiempo de aburrirnos. El juego de la tarde estuvo ambientado en la película “La última cruzada”. En él, había pistas y pruebas para poder encontrar el valioso Santo Grial. Después, nos dividimos por secciones y cursos para reflexionar un rato acerca de diversos temas: la entrega desinteresada en Preas a través de la carta de un animador y la experiencia con Jesús en nuestras vidas en Ados.

Por la noche, después de coger fuerzas con una cena tan rica, no podíamos irnos a dormir sin antes jugar por el albergue aprovechando la oscuridad que tanto nos gusta. Los mayores jugamos a “El Templo maldito”, donde debíamos encontrar piedras y liberar a los esclavos, mientras que los más peques nos divertimos viendo qué parte del tesoro se había llevado cada personaje. Las Buenas Noches de Arturo fueron la guinda antes de irnos a dormir a las habitaciones, la nave o la sala de abajo.

A la mañana siguiente la fiesta continuó. Sin tiempo que perder, en Chiqui competimos por grupos a diferentes juegos y deportes (sumo, chin champú, pañuelo loco…) mientras que los mayores completamos la saga de Indiana con “La Calavera de Cristal” en el campo de fútbol de la piscina, retándonos unos a otros para ver quién se la llevaba.

La guinda a la convivencia la pusimos con una Eucaristía todos juntos en familia para dar gracias por lo vivido en estos dos días. La foto de familia que nos hicimos justo antes de volver quedará para el recuerdo tras un fin de semana muy bonito, donde hemos demostrado que seguimos creciendo como Centro Juvenil, pero sobre todo, lo más importante, como personas. Sin duda alguna, Chiquis, Preas y Ados ya estamos deseando que venga la siguiente sorpresa para volver a disfrutar.

Más momentos de lo vivido desde ESTE ENLACE.

También te puede interesar…

Share This