Los recordamos de una manera especial, en Carabanchel, porque residieron en esta Comunidad y fueron trasladados a la Prisión de Ventas donde sufrieron el martirio. Sus restos los depositaron en fosas comunes, excepto los de estos 11, que pudieron ser localizados. El día 14 de mayo de 1956, trasladaron sus restos al Panteón Salesiano del cementerio de Carabanchel, estando presente D. Marcelino Olaechea, que bendijo los 11 ataúdes.
El día 1 de octubre de 2007 llegaron a la Residencia de Carabanchel las urnas de estos 11 mártires, hasta que fueran posteriormente trasladados a la Capilla de los Mártires de la Basílica de María Auxiliadora de Atocha.
A Carabanchel llegaron en unas urnas de cinc con las cintas y sellos, con las que fueron depositados en el Cementerio el año 1956. Se desprecintaron, se abrieron para extraer unos fragmentos de cada uno y enviarlos a Roma para preparar los relicarios. Dieron fe de ello: el Notario, el Delegado del Arzobispado y el Promotor de Justicia, ante la presencia del Sr. Inspector, D. Luis Manuel Moral y varios salesianos.
Su memoria no se puede perder, sino que debe recuperarse de forma documental. "En un tiempo de cansancio y agotamiento los mártires muestran el valor de la constancia y de la fidelidad hasta las últimas consecuencias: viven amando y mueren perdonando"