En esta ocasión, más de 190 personas, hemos convivido durante 15 días en los que el eslogan principal fueron las emociones. El tema transversal del campamento era la película “Inside Out”. La creación de Pixar Studios nos ha dado pie a la realización de infinidad de actividades lúdicas y nos ha servido de pilar para la preparación de la formación personal y cristiana de todos nuestros destinatarios: los chicos y chicas.
Durante nuestro periodo de convivencia no hemos tenido tiempo para el aburrimiento. Banderas, gymkhanas, aventuras gráficas, juegos de las hadas…, han sido algunas de las dinámicas con las que hemos disfrutado. Pero a lo largo del campamento han destacado varias actividades que podemos definir como “reinas”.
En primer lugar destacamos el RAID, donde los grupos de campamento realizan un día entero de convivencia fuera del entorno habitual. Este año pese a la lluvia que interrumpió e impulso el momento formativo a desempeñar, fue una actividad donde conseguimos que el clima de convivencia se consolidara y animara a todos nuestros chicos a disfrutar de 15 días dónde Dios supo hacerse presente.
En segundo lugar, las eucaristías guiaron perfectamente el desarrollo de los días. Es admirable ver que la Palabra de Dios siempre tiene algo que decirnos aún cuando basamos toda nuestra programación en una película de dibujos animados. Todas ellas fueron “colaborativas” y nuestros chicos se animaron a compartir en múltiples ocasiones, lo que proporcionó gran significatividad al verdadero motor que lo mueve todo.
En tercer lugar, y no por ello menos importante, no podemos obviar las marchas. Se realizan dos a lo largo del campamento, la primera, con una duración de un día y la segunda, algo más larga, de tres días.
La primera que mencionamos se caracteriza por valorar las capacidades psicológicas y físicas de nuestros participantes. Este año subimos al Ibón de Plan donde alcanzamos un desnivel de más de 900 metros. Aunque la pendiente de la marcha fue exigente, los ánimos nunca decayeron e incluso se pudieron ver un sinfín de muestras de apoyo y cariño a lo largo de la misma. Al llegar al Ibón, algunos se refrescaron con el agua pura de la montaña que inundaba el lago.
No obstante, este tipo de actividades tienen numerosos objetivos implícitos que potencian las cualidades humanas dejando las físicas en un segundo plano. Estas virtudes afloran sobretodo en la marcha larga, que este año nos llevó a la frontera con Francia. Durante los tres días que duró nuestra travesía Pirenaica pudimos disfrutar de las vistas que nos brindaba la pista de Biadós, El Refugio de Tabernés, El Balcón de la Madera (punto más alto con más de 1600 metros de altitud) y El Puerto de Plan.
En resumen #InsidePlan ha sido más que un campamento. Ha sido un lugar donde más de 190 personas hemos convivido y compartido lo mejor de nosotros mismos. Un lugar donde nos hemos sentido como en casa y nuestra transparencia ha sido nuestro mejor lema. Un lugar donde las emociones han cobrado la importancia que tenían y tienen que seguir teniendo en nuestra vida. Pero sobretodo, un lugar donde Dios se ha hecho partícipe regalándonos día a día la mejor versión de su amor. Él era el verdadero protagonista y qué suerte la nuestra. Gracias a todos los que habéis formado parte de otra inolvidable experiencia que poco a poco va modelando nuestro barro y hace de nosotros mejores personas.