Alrededor de 40 personas participaron en la convivencia de la Casa Inspectorial que tuvo lugar el pasado sábado, 24 de junio, en Mohernando (Guadalajara). El gran ausente fue el Inspector, Juan Carlos Pérez Godoy, quien junto al ecónomo inspectorial, José Manuel González, viajó hasta Villamuriel para celebrar el funeral del salesiano D. Julián Romo.

El encuentro comenzó con un almuerzo en las instalaciones de la casa salesiana. Los participantes pudieron disfrutar después de un baño en la piscina. Fue un rato especialmente agradable para los más pequeños.

A continuación, tuvo lugar la celebración de la Eucaristía en la iglesia. "Somos llamados. Nosotros no tenemos la iniciativa, sino Dios. No es un derecho, sino una fortuna. Dios cuenta conmigo. No tenemos que tener miedo, porque Dios ilumina siempre". Con estas palabras, José María García, secretario inspectorial, recordó la vocación específica que tienen todos los que trabajan en la Casa Inspectorial, salesianos y laicos. "Jesús vino a decirnos que Dios nos quiere. Él da a su hijo, para que también nosotros entreguemos nuestra vida".

Además, hizo referencia a la importancia de permanecer unidos en la misión: "Estamos juntos. Somos una familia misionera. Jesús nos dijo que los pobres siempre estarán con nosotros, así que trabajo no nos falta". E invitó a rezar por D. Juan Carlos, ausente precisamente por estar cumpliendo con su misión como Inspector.

Con una comida fraterna y una sobremesa musical, se dio por concluida oficialmente la jornada de convivencia, aunque algunos aprovecharon para darse otro chapuzón antes de irse.