Fin de curso vocacional intenso en Salesianos DOSA Madrid

23 junio 2017

Más a propósito no podían haber coincidido estos tres acontecimientos. Han sido tres enormes regalos que Dios nos ha hecho para el colofón de este curso 2016/17que se acaba. Todos igual de intensos y emocionantes. El primero, la Promesa de Cooperadores Salesianos de cuatro jóvenes, Cristina, Jorge, Roberto y Patricio en la tarde del 07 de mayo, acompañados por muchos jóvenes y animadores de la obra, salesianos y profesores, familiares. Agradeciendo a Dios el don de su vocación salesiana que han germinado y desarrollado en el Centro Juvenil “Savio”. Los cuatro siguen colaborando, desde la formación y multitud de actividades, y siguen trabajando en ambientes salesianos: Cristina como profesora en Parla y los otros tres en nuestra casa de Domingo Savio en parcelas muy diversas como la docencia en el colegio, la conservación y mantenimiento de la parte física de esta Obra o el gobierno y animación del Centro Juvenil.

En una entrevista que se les hizo tras hacer su Promesa, algunos de ellos expresaban, entre otras cosas, sentirse un grupo muy comprometido antes de hacer la Promesa y el hecho de hacerla expresa que no están solos y que forman una familia que trabaja por un objetivo común.

Para Jorge Yuste, la idea de formar parte de la Familia Salesiana como Salesiano Cooperador surgió desde sus vivencias escolares, como alumno de Domingo Savio, pero también en su participación en el Centro Juvenil y el equipo de fútbol DOSA, además de las cosas compartidas con su grupo de amigos… Para Roberto González fue parte del proceso que se estaba llevando a cabo en su proceso de formación, con un pequeño discernimiento, en el que hubo personas decisivas como Rafa Moreno, Benigno Palacios y Juan Sánchez. Para ellos, asumir ese compromiso supone hacer las cosas al 100% y desde el espíritu de Don Bosco, con alegría, entrega y testimonio cristiano y salesiano.

De las vivencias compartidas, destacan el hecho de compartir la fe y vida con el grupo porque le da un sentido mucho más especial a todo, algo que lo hace único y muy necesario. Y recordando el día de la Promesa y su celebración resaltan como más significativo el decir delante de todos y de Dios “que nos comprometemos a seguir viviendo y desviviéndonos por este ideal”. El ver a tantas personas compartiendo este paso con ellos, desde el equipo de animadores del Centro Juvenil, el grupo local y el consejo inspectorial de Cooperadores, la Comunidad Salesiana, y tantos amigos que les regalaron su presencia y su oración. Con ellos, damos un GRACIAS enorme a Dios por seguir confiando en personas como estos jóvenes para anunciar su reino con estilo y carisma salesiano.

El segundo acontecimiento salesiano que ya informamos en un artículo anterior, ha sido la presencia de D. Luis Chamizo el pasado 30 de mayo entre nosotros que causó un gran impacto entre los jóvenes y profesores de FP. Inolvidable testimonio de los comienzos de esta obra. Palabras sentidas que a modo de síntesis existencial hicieron mantener la atención de los alumnos de GM y GS., desde lo vivido en su vocación salesiana y lo que actualmente sigue haciendo en Bolivia. Con su testimonio culminamos la Campaña de Misiones Salesianas. Emocionante encuentro posterior con los primeros Oratorianos y Antiguos Alumnos. Gracias Don Luis por ser un testimonio tan vivo para todos.

Finalmente, la Primera Misa de Manuel Ramos puso la guinda a estos acontecimientos y vivencias salesianas. El pasado domingo 18 de junio, caluroso y radiante en la Solemnidad del Corpus Christi, Manolo partía el Pan de la Palabra y de la Eucaristía por primera vez en la iglesia de su colegio, en la Parroquia que le vio nacer…, bueno en otro lugar diferente porque como él recordaba en la homilía precisamente estaba celebrando por donde entraba al colegio en sus primeros años, cuando la Parroquia estaba en el primer piso de Braulio Gutiérrez… Estuvo acompañado de familiares, amigos, vecinos de toda la vida, salesianos de sus primeros años como Don Enrique Herencia que fue su promotor vocacional y otros venidos ex profeso como el anterior párroco Francisco Rodríguez y anterior director Esteban Tapia, el Delegado Nacional de Familia Salesiana Luis Fernando Álvarez, el Secretario Inspectorial José María Gª Méndez, junto con la Comunidad Salesiana local. También recibió el cariño de algunos profesores y profesoras, haciendo una especial referencia a Blanca Ribote, el de los jóvenes y animadores del Centro Juvenil con los que ha compartido su sueño vocacional desde aquél Campamento de La Adrada del 95… y tantos recuerdos.

Coincidiendo con la Fiesta del Cuerpo y la Sangre del Señor, Manolo nos ha dejado la clave para encontrar la felicidad en la propia vocación: desde la entrega y el servicio a los demás, como recoge su lema sacerdotal, e insistía a los presentes en su homilía, de ser alimento para los demás como Cristo en la Eucaristía.

Hubo tiempo para felicitaciones y fotos. Después compartió la mesa en la Comunidad Salesiana que, junto con el Centro Juvenil, le han regalado una preciosa guitarra acústica que agradeció vivamente. También la Junta de Antiguos Alumnos le hizo un pequeño pero significativo regalo para uno de sus miembros más destacados. Para la Obra Salesiana, en su 70 aniversario de existencia este ha sido el mejor regalo que podía recibir y nosotros damos gracias a Dios con Manolo y por él.
 

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