“Don Rómulo, aquí tiene el Oratorio Festivo ‘Domingo Savio”

2 junio 2017

Tres actos estaban organizados para celebrar un Día de Homenaje al salesiano fundador de la Obra Sto. Domingo Savio, acaecida hace 70 años, según él mismo recuerda en una carta autobiográfica del 16 de mayo de 1999 (a instancias de D. Luis Díez y confundiendo este año como cincuentenario de la fundación) que un oratoriano de aquellos años guarda como oro en paño y se lee: “2º domingo de julio de 1947, en que al acabar la Misa Sor Raquel, con una pelota de goma en la mano y rodeada de unos doce chiquillos, me dice: ‘Don Rómulo, aquí tiene el Oratorio Festivo ‘Domingo Savio’. Empezaron a jugar. Les reuní a la sombra de la Capilla de las Hermanas y les entretuve contando un cuento. ¡Humilde comienzo! Dios nos bendijo. El día de Santiago no le conté cuento alguno y me marché a Atocha. Los catequistas quisieron acompañarme… De aquel grupo, TRES se me ofrecieron a venir todos los domingos… ¡Éxito! Luis Chamizo, Narciso Pastor y Santiago López.”

El primero de los actos fue una Mesa redonda, con la presencia de ese primer colaborador de D. Rómulo que es D. Luis Chamizo quien, a sus 84 años sigue trabajando en Bolivia con gran generosidad misionera; también estaba José Luis García Téllez que formó parte de la Comunidad de Sto. Domingo Savio en los años 60 y mantiene fuertes vínculos con los Antiguos Alumnos más veteranos, como Juan Concejero también en la mesa presidencial, así como otro más joven, Pablo Molinero, miembro de la Junta Directiva de la Asociación, y Dña. Asunción Sánchez, representante del AMPA.

Tras un vídeo recuerdo de los primeros tiempos, los cuatro invitados expusieron a los alumnos de GM y GS del colegio sus recuerdos y vivencias. Don Luis rememoraba emocionado aquellos primeros momentos fundacionales y las circunstancias que Don Rómulo tuvo que atravesar para consolidar una obra que hasta que no fue bendecida por los superiores de Roma no fue asumida en España…, con una proyección social enorme aunque apenas pudo estar siete años al frente de la misma y donde colaboraron su madre y hermano, entre otros bienhechores. Curiosamente, decía D. Luis que el nombre de san Blas, como fue denominada originalmente esta barriada de la periferia madrileña, se debía a que había una pequeña ermita cercana y eso dio pie a llamarla así en el ámbito salesiano, pero bien se podía haber llamado Don Bosco… De los orígenes humildes se constata la presencia de las salesianas de la calle Emilio Ferrari, de las que D. Rómulo era capellán. Pero dada la separación educativa que se hacía de chicos y chicas, indujo a que él se ocupara de los muchachos… Entre aquellos destacó aquél jovencito llamado Paquito Pulido que, cual otro Domingo Savio, murió muy joven, dejando un ejemplo impresionante de entrega a los demás que, incluso estando enfermo, recibía limosnas para ayudar a los misioneros…

Los colaboradores y bienhechores surgieron de inmediato, en esa época de desarrollismo social pero con grandes penurias por la reciente guerra civil, tales como las Damas que colaboraban con las salesianas o el fundador del Talgo, D. José María Oriol, entre otros. Don Luis contó a los jóvenes sus vivencias vocacionales, llenas de obstáculos familiares y vicisitudes que no pudieron con su determinante decisión para quedarse con Don Rómulo, para ser salesiano de Don Bosco y ser sacerdote. Precisamente este año celebra sus Bodas de Oro, y sigue haciendo mucho bien en Bolivia, donde lleva treinta años y donde él quiere morir y ser enterrado con otros grandes amigos salesianos y compañeros de fatigas, como fueron los hermanos Luis y Antonio Díez del Pozo.

Los Antiguos Alumnos presentes incidieron en su pertenencia e identificación con la obra salesiana, desde la vivencia familiar y el ámbito profesional, insistiendo la fuerte vinculación que un  Antiguo Alumno adquiere tras pasar por un centro salesiano. Finalmente, la representante del AMPA recordó que durante 20 años esta Asociación ha hecho un homenaje constante a Don Rómulo, colaborando en los premios que llevan su nombre y se otorgan a los alumnos que destacan por sus mejores cualidades en todas las secciones del colegio. Tras concluir el acto, algunos de los miembros de la mesa presidencial posaron bajo la placa conmemorativa que honra a Don Rómulo en la galería del colegio con perenne agradecimiento…

El segundo acto fueron las Buenas Tardes de D. Luis Chamizo con los alumnos y profesores de GS de la tarde. Lo previsto en media hora superó los cuarenta y cinco minutos, con gran atención e interés de los alumnos que aplaudieron y valoraron efusivamente al salesiano cofundador de esta casa salesiana, reconociendo en él los orígenes de aquellos primeros tiempos y el cambio tan espectacular que ha sufrido el colegio, el barrio y la misma sociedad.

Por último, el tercer acto y más emotivo fue el encuentro de Don Luis con los Oratorianos y Antiguos Alumnos de los primeros tiempos, recordando tantos sentimientos y vivencias compartidas que no han podido borrar el paso del tiempo ni los achaques de la edad.

Un día espléndido del mes de mayo, en este aniversario titánico que ha hecho memoria agradecida de los hombres ilustres de nuestra obra salesiana. Porque como se insistía a los jóvenes de FP, esta obra existe y ha llegado a ser lo que es gracias al coraje y tesón de aquellos pioneros que supieron realizar los sueños e ideales de aquellos primeros tiempos, de aquellos primeros jóvenes que se contagiaron del estilo salesiano, gracias a Don Rómulo y D. Luis Chamizo y muchos otros que les continuaron hasta hoy para ser como la levadura en la masa, signos de la presencia de Dios entre los más necesitados.

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