El colegio Salesianos de Avilés despidió por todo lo alto a sus alumnos más veteranos. Celebró la graduación de 35 estudiantes de segundo de Bachillerato con una misa en la iglesia Virgen de las Mareas y una ceremonia en el salón de actos con un aperitivo posterior.
El acto protocolario, en el que los homenajeados recogieron uno a uno las orlas de manos del profesor Iván Román, contó con la presencia de la comunidad educativa, que dieron muestras de júbilo en una jornada festiva y de gran alegría para los jóvenes, todos elegantemente vestidos para la ocasión.
Durante la ceremonia, Mariluz Baeza, en representación de los padres y madres de alumnos, dirigió unas palabras a todos los presentes felicitando a los recién graduados. Igualmente lo hicieron la profesora Inés Blanco y Ricardo Herrero, director del colegio Salesianos Santo Ángel desde el pasado mes de septiembre. El encuentro tuvo un recuerdo especial para el salesiano Juan López Sevillano, fallecido hace unos meses, y cabeza visible del grupo Scout. La emoción siguió a flor de piel en los rostros de los jóvenes con la presentación de una memoria fotográfica que repasó algunos de los momentos vividos por los estudiantes en su vida en el colegio, desde los tres años hasta el último curso de bachiller.
Tras la ceremonia formal comenzó la parte más lúdica del día, primero con un pincheo y, posteriormente, en la cena que tuvo lugar en el hotel NH Palacio de Ferrera y a la que asistieron los alumnos y profesores. Como ya es tradición en las graduaciones salesianas, una tarta con el lema del curso remató el convite. El primer corte corrió a cargo de los delegados del curso: Rosa Barrientos y Carlos Fernández.
La música y el baile en una sala-bar alquilada por los jóvenes para la ocasión puso el colofón a una gala inolvidable para el conjunto de los estudiantes que, aunque concluyan los estudios, no dicen adiós al colegio en el que permanecieron quince años ya que se sumarán a los encuentros de antiguos alumnos y seguirán vinculados a la familia salesiana.