Fiesta por partida doble en Burgos

8 mayo 2017

La primera estampa fue el encuentro alegre a la entrada del colegio burgalés de los participantes en la jornada. Ya en el salón de actos, se dio una afectuosa bienvenida a los asistentes. El director de la obra, Joaquín Torres, pronunció un simpático discurso sobre la tierra que acogía este año la Fiesta Inspectorial. Y para conocer mejor la casa anfitriona, se proyectó un vídeo sobre la misma.

A continuación, se procedió al homenaje de los salesianos por sus efemérides de profesión religiosa y de ordenación sacerdotal: "Son creyentes y batalladores, con carisma y nobleza, atraídos por Jesús el Buen Pastor y enviados a los jóvenes con el estilo de Don Bosco. Esto hay que celebrarlo. Felicitaciones y agradecimientos por sus vidas entregadas". A diferencia de otros años, en esta ocasión fueron presentados con imágenes de la vida de cada uno, lo cual despertó algunas risas entre los presentes.

Esta primera parte de la jornada concluyó con un saludo del Inspector, Juan Carlos Pérez Godoy, que instó a sus hermanos salesianos a contemplar la vida desde la fe, a experimentar un fuerte sentido de comunión y a tener una entrega incondicional por los jóvenes en fidelidad a la vocación salesiana.

Santo Domingo Savio
Los participantes se desplazaron al ritmo de la charanga local hasta la Iglesia del Carmen, de los Carmelitas, donde continuó la jornada con la celebración de la Eucaristía. En la homilía, el Inspector se centró en la figura de Santo Domingo Savio, cuya fiesta se celebraba precisamente ese día, 6 de mayo.

"Muy rápidamente, de la mano de Don Bosco, había emprendido la senda evangélica de la autenticidad", expresó D. Juan Carlos sobre el joven santo. Recordó que los movimientos juveniles salesianos ha conservado su ejemplo como "como proyecto de vida para muchos niños, adolescentes y jóvenes" que ven en él "una santidad sencilla, simpática y fácil de alcanzar en la vida cotidiana".

El Inspector señaló varias características que ofrecen pistas sobre la santidad de Domingo Savio, como su amor por la Eucaristía; su devoción a la Virgen María, en especial en la advocación de la Inmaculada; y la importancia que le daba a las almas, a las personas.

"Hemos de invitar a tantos chicos y chicas que el Señor nos confía a ser sensibles religiosamente, a vivir una experiencia de fe muy clara con esmero, una fe que se expresa en la clave de la espiritualidad salesiana, en la responsabilidad cotidiana, en la alegría, en la amistad profunda con Jesús, de la que los jóvenes son testigos ante sus compañeros", expresó D. Juan Carlos.

Al cierre de la homilía, el Inspector animó a que esta sea una misión compartida por toda la Familia Salesiana: "Don Bosco quiso siempre un grupo de hombres y mujeres unidos en la común tarea de la educación y la evangelización de los jóvenes. Domingo Savio nos invita a crecer en comunión y a acrecentar entre nosotros el espíritu de familia para seguir buscando juntos caminos nuevos para el servicio a los jóvenes. Por su intercesión, en este día de fiesta, se lo pedimos al Señor y a nuestra Madre Auxiliadora".

Tras la Eucaristía, los asistentes pudieron disfrutar de unos bailes a cargo de la Peña Aramburu Boscos. Y regresaron, de nuevo al ritmo de la música, a las instalaciones del centro salesiano, donde con una comida fraterna se puso el punto final a esta jornada festiva.

También te puede interesar…

Share This