La formación se celebró en dos sesiones, los días 4 y 5 de enero. La primera se centró en el acompañamiento personal, mientras que en la segunda se abordaron las orientaciones para la maduración psicoafectiva.
Miguel Ángel García Morcuende, del Departamento Escuela-Formación del Dicasterio para la Pastoral Juvenil, fue el encargado de impartir la formación el primer día. En esta sesión, se evidenció el trabajo de colaboración entre la Pastoral y las Delegaciones de Formación, Misiones y Comunicación en el ámbito del acompañamiento.
"Nos interesan las personas más que las obras", afirma Cándido Orduna, director del Teologado en Madrid, que participó en la formación. Estos encuentros, según cuenta, permiten a los formadores ponerse al día y compartir preocupaciones sobre su labor, además de proporcionarles una formación permanente: "Hay que comprender y adaptarse a la mentalidad de hoy. Todo evoluciona. Es necesario acompañar en la cultura, en el momento de hoy, para hacer opciones para toda la vida".
En la segunda sesión, el jesuita José Antonio García-Monge ofreció algunas orientaciones para la maduración psicoafectiva. Se trata de "un tema permanente de trabajo", sostiene Cándido Orduna: "No solo somos ideas o cabeza, sino afectividad. Todos estamos en camino, nadie está hecho. Estamos en relación con las personas durante toda la vida. Hay que adaptarse para estar al día". Por ello, "gestionar las relaciones con los demás es un tema capital de formación".
Entre los asistentes a la formación, cabe destacar la presencia del Inspector de SSM, Juan Carlos Pérez Godoy, así como de los Vicarios y Delegados de Formación de las dos Inspectorías: Samuel Segura, de SSM, y Ángel Asurmendi, de SMX.