Y en su reflexión interpelaba: “Celebrar la Navidad cristiana es tener la capacidad de dejarnos conducir e ir a Belén y descubrir con los ojos de la fe y de la esperanza que Dios se ha hecho hermano de los hombres y compañero de camino. Un camino de amor que conduce hacia la Pascua: la Pascua de navidad y la Pascua de resurrección están tejidas por el mismo hilo de oro: LA CARIDAD. Por eso Navidad es llamada a la Caridad en sus múltiples y variadas facetas. De tal manera que el amor, vivido cada día en la práctica de las obras de la misericordia del amor, posibilitan que todos los días pueda ser Navidad.”.
Finalizaba su felicitación: “De todo corazón a vosotros y a quienes cerca o lejos más lo necesitan: ¡FÉLIZ NAVIDAD!
La reflexión completa puede leerse en el documento adjunto