Homenaje al salesiano coadjutor Don José Juarros

28 noviembre 2016

 

El sábado 26 de noviembre tuvo lugar este multitudinario acto de homenaje en la celebración de los 60 años de vida religiosa del querido "Pepe Juarros”. La casa de Salesianos Carabanchel, donde ahora reside fue el  lugar elegido para realizarlo.

La junta de Antiguos Alumnos de la asociación de Salesianos Carabanchel organizó este encuentro con el salesiano José Juarros, citando a los salesianos y a los antiguos alumnos de San Fernando (en el que estuvo 17 años), de Santo Domingo Savio (en el que estuvo 15 años) y a los de Carabanchel en el que está actualmente y ha pasado 18 años.

El resto de presencia de Pepe se reparte en los siguientes colegios: 6 años en Puertollano (su primer destino) 3 años en Béjar, estudiando la ingeniería y  3 años en la casa Inspectorial, coordinando la implantación del sistema de gestión de calidad en varios de nuestros centros.

La sala estaba prácticamente llena: más de doscientas personas, entre salesianos, antiguos alumnos y jóvenes.

Pepe Juarros, así llamado cariñosamente por todos, esa misma tarde había animado el partido de fútbol del equipo que entrena, y venía gozoso a esa celebración, porque habían ganado por 5 goles a favor y uno en contra. A sus ochenta años, además de la actividad lectiva, que ha ejercido durante muchos años como maestro en el taller de mecánica, sigue trabajando en lo que han sido siempre sus dos grandes pasiones: la inserción laboral y el deporte. Se cuentan por centenares los jóvenes y adultos para los que ha conseguido un empleo. Y nunca ha dejado de entrenar equipos de fútbol y por supuesto de seguir de cerca a su equipo favorito, el Athletic de Bilbao, como buen paisano de Barakaldo que es.

El acto fue introducido por el salesiano coadjutor Marcelo Pérez, director del colegio de Salesianos Carabanchel. Manifestó que su vocación salesiana se la debe a Pepe. Se ofreció “La película de su vida”: un bonito reportaje fotográfico realizado por uno de sus alumnos recopilando fotos de sus compañeros. Después se sucedieron, entreverados con algunos números musicales, los testimonios de compañeros salesianos, que recordaban los orígenes familiares de Pepe y el desarrollo de su vocación salesiana. Y por supuesto, de antiguos alumnos que hablaban de la entrega total de Pepe a los jóvenes, de su sentido común, su serenidad, su trabajo constante; su testimonio personal de profesionalidad, esfuerzo, su saber hacer y educar.

En estos testimonios con anécdotas y breves pinceladas resaltaron la gran figura de un gran educador. Su pasión por los jóvenes reflejada en el inmenso trabajo realizado, en su profesionalidad como técnico y maestro de taller en la especialidad mecánica, en su preocupación por la inserción laboral de sus alumnos y en la promoción integral del alumno siempre unido al deporte. Su espiritualidad salesiana reflejada en la atención a los hermanos salesianos y su  cumplimiento con las obligaciones religiosas.

El acto terminó con una serie de regalos, destacando en especial la camiseta firmada que le entregaron los jóvenes de su equipo de fútbol, y las palabras del Sr. Inspector agradeciendo el testimonio de vida de Pepe como salesiano coadjutor. Un compañero suyo, educador salesiano ya jubilado, expresó su sana envidia a Pepe, porque si la felicidad del ser humano está en buscar a Dios y encontrarlo, él había escogido el mejor camino para llevarlo a la práctica: la consagración religiosa como salesiano, teniendo la oportunidad de encontrar a Dios en tantos jóvenes que han pasado por su vida.

Casi cada momento de este homenaje en la siguiente GALERÍA FOTOGRÁFICA

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