En estos días, de una manera especial, visitamos los panteones salesianos como señal de gratitud a Dios por sus vidas y como lugar que siempre invita a la oración. Al leer sus nombres recordamos su fidelidad a la vocación y su entrega a la misión salesiana.
En la tarde del domingo 30 de octubre un grupo de salesianos se acercó hasta el panteón que la Congregación tiene en Madrid, en Carabanchel, para rezar ante estos nuestros hermanos difuntos y dejar, como señal de fraternidad, unas flores, signo de nuestro cariño hacia ellos.
En el panteón consta la inscripción: "Estos son los inscritos en el Libro de la Vida". Ésta fue también la promesa de Don Bosco: "Os espero en el Paraíso".
La Comunidad Salesiana de Guadalajara rezó el santo rosario en el panteón de los Salesianos de Mohernando, aprovechando la visita inspectoral, Samuel Segura, Vicario, acompaño a la Comunidad en este momento. Así honraron a los Salesianos cuyos restos reposan en el panteón allí situado.
Hace ya varios años que no hay comunidad en esta localidad alcarreña, pero los salesianos de Guadalajara, como tantos otros, no se olvidan a los salesianos que fueron enterrados allí y dedican una visita muy entrañable a los hermanos que nos han precedido en la fe y en la vocación.
¡Gracias a Dios por sus vidas y su testimonio!
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