Alrededor de 20 países del mundo sufren en la actualidad un conflicto armado. Millones de personas viven rodeadas de violencia, destrucción, ataques y… muerte. Y 28 millones de niños y niñas se han visto obligados a abandonar sus hogares por las guerras, según el último informe de Unicef. Siria, Sudán del Sur, Nigeria, República Centroafricana… son algunos conflictos en los que misioneros salesianos están presentes y comprometidos con la población y la llegada de la paz.
“La guerra arrasa con todo y la reconstrucción de la vida de las personas que han sufrido la violencia y que han perdido todo no es sencilla”, explica Ana Muñoz, portavoz de MISIONES SALESIANAS. Los misioneros salesianos están durante el conflicto, pero también se quedan para ayudar en la reconstrucción y la reconciliación. Son testigos de lo ocurrido en la guerra, incansables en la defensa de los derechos humanos y en la consecución de la paz. Un ejemplo de este trabajo lo encontramos en el documental 30.000, donde queda reflejado el trabajo salesiano durante y tras la guerra de 2011 en Costa de Marfil.
Desde la institución salesiana se apuesta por la educación es el verdadero instrumento para conseguir la convivencia pacífica entre los pueblos. Educar a los niños, niñas y jóvenes en valores, en no tener miedo al diferente, educar en la tolerancia y el respeto es el único medio para conseguir la paz en el mundo.
En el Día por la Paz, que se celebra el 21 de septiembre, se hace una llamada de atención a la comunidad internacional para que se implique en la consecución de la paz. Porque un mundo en paz, es un mundo más justo.