Ya es habitual entre nosotros reemprender las actividades con una excursión. En la Junta y más Santiago, nos esforzamos para que las cosas salgan bien. Se decidió hacer la excursión al Parque de Cabárceno en la infinita Cantabria. Vimos que el precio se disparaba; con el ánimo de animar a participar, se propuso que la Asociación pagase el autobús y guía.
Llegó el día esperado, los días anteriores no fueron alentadores por haber sido fríos y lluviosos. Con buen criterio por el número de apuntados, se escogió un autobús más pequeño. Salimos de Burgos con el autobús a tope, el día se retraía pero resultó bien y llegamos en dos horas largas al destino.
Para todos era nuevo Cabárceno. Los que tiempos atrás lo había visitado, no era el que estaban viendo, ya que el Parque se está continuamente renovando. Lo visitamos en autobús y con GUÍA viendo los animales de 115 especies en un área de 750 hectáreas en lo que fueron unas minas de hierro de los romanos hasta el año 1997. La GUÍA, supo hacer interesante el itinerario y mantener una relación de toma y daca con los turistas con una imaginación que contribuyó a una fluida relación y alegre ambiente. La mayor osadía fueron los osos con un total de 70 ejemplares; los leones con sus vidas y costumbres… elefantes africanos y chinos, cómo distinguirlos… las cebras con sus calcetines de Calcedonia, compararlas con las normales… vacas africanas cambiadas por las tudancas de Cantabria… hipopótamos que alguien confundió con dinosaurios… la tigresa blanca… el avestruz… En este parte dada su amplitud y libertad los animales se reproducen cosa que generalmente no ocurre en los zoos.
El paisaje por sí mismo ya merece la pena visitarlo, el color típico se lo da la magnetita, el agua y la vegetación muy abundante; sus picachos, socavones, hendiduras, un lujo para nuestros ojos. Satisfechos de la mañana nos vamos a comer en pleno parque, pero sin los animales (me refiero a los que habíamos visitado). Bien por la comida.
Sorpresa para la tarde, toca ver el Parque desde la altura. Ni drones, ni aviones. Nuevecito, reciente y reluciente el teleférico que ha costado la broma de 14 millones de €. Qué pasada de excursión por el aire, es la de más altura hasta el presente. Una maravilla ver el paisaje desde la altura, los animales deambulando, picachos, lagos, árboles… Vivir para ver.
A las 18 horas cierran el Parque, somos puntuales. Los comentarios muy favorables, vaya excursión, ha merecido la pena, descansen los organizadores, bien, bien.
Para Santi nuestro presidente gracias, tus preocupaciones por el buen resultado han sido fructíferas. Enhorabuena y que no sea la última. Has puesto el listón muy alto, va a ser difícil superarla, seguro que tienes más ases en la manga.
