La tarde-noche comenzaba con la celebración de la Eucaristía, un momento de acción de gracias por las horas, días, semanas y años entregados por Manuel Pinto en los muchos ambientes de los que ha sido participe: colegio, internado, club de fútbol, centro juvenil, familia salesiana,… La iglesia estaba llena, llena como nunca muchos la habían visto, alrededor de 400 personas llenaban bancos, sillas, pasillos, entrada del colegio y la galería.
Fue una Eucaristía muy emotiva en la que Manuel Pinto fue desgranando lo que ha supuesto su paso por esta localidad abulense, un paso que ha marcado a muchas generaciones que han encontrado en él un verdadero referente dentro del campo educativo y pastoral. Después de poder disfrutar de un montaje con fotos que reflejaban su paso por esta casa y sus múltiples ocupaciones, Manuel hizo su agradecimiento a todos a través de la música, música que siempre ha sido, junto con el deporte, su mayor afición. En la celebración estuvo presente gran parte de la corporación municipal de Arévalo, en nombre de todos ellos, el alcalde, dirigió unas palabras al homenajeado y le entrego una placa como reconocimiento a su labor en estos años en el campo de la educación y del deporte.
Posteriormente, ya en el patio del colegio, hubo un momento para seguir compartiendo entre todos un día tan especial y emotivo para todos, un día para dar gracias por una vida entregada sin medida.
