“Esto no se paga con nada que no sea AMOR”

11 julio 2016

¿Quién es Amaia?
Mi nombre es Amaia Sáez Montalbán. Soy Salesiana Cooperadora. Mi gran pasión es ser una Amatxu con dos hijos, Xabier y Jagoba, que gracias a Dios llevamos compartiendo vida desde hace más de treinta años. Tengo la gran suerte de poder vivir mi vocación dedicada a mi marido Javier y a mi familia.

¿Cuántos años llevas colaborando en los Campamentos?

Sobre quince más o menos. Siendo catequista en la Parroquia del Carmen, en Nueva Montaña-Santander, un salesiano confió en mí para cuidar de los pequeños que participaban por primera vez de los Campamentos. Siempre le estaré agradecida por hacerme partícipe de este sueño.

¿Qué supone para ti esta colaboración?
Sin ninguna duda volver a los orígenes de Valdocco. Una casa grande, donde se sigue viviendo en  valores. Los jóvenes y todas las personas llegamos de diferentes lugares, aprendiendo a convivir. Donde todo es gratis. Solo desde la entrega, el esfuerzo y el cariño los Salesianos pueden seguir haciendo realidad este milagro. Es como volver a ver a Don Bosco y a Mamá Margarita en cada rincón de la casa.

¿Qué ganas, si ganas algo?
VIDA. Una satisfacción personal que es tan difícil de contar, siempre volvemos a nuestras casas emocionadas y con más cariño del que entregamos.

¿Merece la pena? ¿Por qué?
Si pensamos que los jóvenes animadores, que tienen sobre veinte-treinta años y están estudiando, trabajando… y dejan esa semana  todo, incluso vacaciones; para entregarse las veinticuatro horas a los pequeños (van desde Comunión, Primaría, ESO y Bachiller); que los Salesianos pasan prácticamente el verano viviendo en continuo campamento y que la cocina trabaja con gente voluntaria, más de catorce horas al día cocinando para turnos de más de 100-180 personas… ¿Dime si merece la pena este proyecto de vida? Esto no se paga con nada que no sea AMOR en toda su grandeza.

¿Cómo han cambiado los jóvenes?

Los jóvenes no han cambiado. Ha cambiado la sociedad y nos los estamos llevando por delante, perdiéndose mucho de lo que necesitan de verdad. Faltan muchos valores en la Sociedad y en las Familias.

¿Son distintos los jóvenes de antes a los de ahora?
Yo creo que no. Cada uno tiene su vida y su drama. Conoce solo su realidad y al llegar a Somalo, descubren que hay más gente a su lado de la que imaginan, que les quiere, les ayuda, y les dice: "Aquí estamos dando gratis lo que gratis hemos recibido".

Esta entrega de todos, es lo que hace que los jóvenes se descoloquen y vivan y vean más claramente sus carencias emocionales, sobre todo. Es tan alto el porcentaje de familias destrozadas, que los jóvenes, en muchos casos, se sienten perdidos y sin valores.

Solo un detalle, Marian, los muchachos que han participado en mi turno este año, 4º de ESO, andaban sobre los dieciséis años. En la tarde de la celebración penitencial, tuvimos que retrasar más de media hora la cena: había colas interminables de muchachos que querían confesarse.

Desde estas claves, ¿cómo no va a merecer la pena participar en la la gran familia de SOMALO? Sin duda, es nuestro PARAÍSO.

En las imágenes Amaia va con delantal naranja.

Se pueden pueden seguir los campamentos de Somalo en la página: somalojoven.org

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