“Tenéis que ser testigos, capaces de dar testimonio”

6 mayo 2016

 

En un ambiente muy cálido, el Rector Mayor fue recibido con aplausos. En el escenario del recién estrenado teatro de Salesianos Estrecho, le esperaban 6 educadores que le fueron haciendo diversas preguntas. A lo largo de la visita había realizado tres encuentros  con educadores de las zonas de Galicia, Asturias y Castilla y León;  y de la zona del País Vasco, Navarra, Cantabria y La Rioja.  En Valladolid tuvo también un encuentro con los educadores de las Plataformas Sociales de toda la inspectoría. Con este último encuentro cerraba, con broche de oro, su intercambio con los educadores de las obras salesianas de Santiago el Mayor.

El encuentro pudo seguirse con gran agilidad por las redes sociales, @SalesEstrecho tuiteó todo lo que el Rector Mayor iba contando, y los presentes fueron tan activos que se alcanzó ser “Trending Topic”. Quien no pudo acercarse tenía la oportunidad también de verlo por “streaming”.

Con este encuentro, el Rector Mayor cerraba una jornada que le había llevado, por la mañana, a las obras salesianas de Arévalo y Salamanca. Se le veía no obstante muy  relajado y disfrutando.

Entre sus propuestas, merece descatar las siguientes:

  • Estoy encontrando una inspectoría muy viva, aunque sé que queda mucho por hacer.
  • Tenéis que ser testigos, capaces de dar testimonio.
  • Cuidad el estilo de familia, donde el educador es cercano, accesible, fácil al contacto personal. Debéis saber el nombre de cada chico, su historia personal, sus gozos y sus heridas.
  • Os animo a transmitir a los jóvenes que tienen que sentir que creemos en ellos, que confiamos en ellos. Ofrecerles un abanico de posibilidades para que crezcan y maduren.
  • No tengáis miedo de hacer propuestas elevadas, metas altas.

Ante la pregunta sobre ¿qué aporta un colegio a toda la obra salesiana, Don Ángel Fernández Artime, X Sucesor de Don Bosco, tuvo una clara respuesta?

Todas nuestras obras deben ser casa que acoge, escuela que prepara para la vida, parroquia que evangeliza y patio donde encontrar amigos. Y en cada obra, todos sus ambientes, también la escuela, han de cuidar estos cuatro pilares. (…) Una escuela no es una academia, tiene que tener también un estilo oratoriano. No es un oratorio, pero tiene que ofrecer actividades de tiempo libre, de convivencia. No es una parroquia, pero tiene que educar en la fe. Soy un entusiasmado de la escuela. Pero no somos una Congregación escolar, o parroquial… somos una Congregación, una Familia Salesiana que tiene como  misión la educación y evangelización de los jóvenes. Y para ello, nos serviremos de todos los medios posibles. Esta es la esencia de nuestra identidad carismática. Y nos servimos de todos los medios a nuestro alcance. Si una escuela, una parroquia, un centro juvenil, no tienen identidad salesiana, podemos dejar esa obra sin problema (…) Os invito a ser más visibles, a no escondernos, a mostrar en la sociedad lo que somos y hacemos”.

Seguían las preguntas del equipo de educadores: ¿Qué es lo más valioso que podemos ofrecerles a los jóvenes?

Todo aquello que configura a la persona. Lo más importante no son las matemáticas, Lengua, Inglés… sino todo lo que hace que la persona crezca, madure, interiorice los valores.

El Rector Mayor, a lo largo de la visita y en los encuentros con educadores, ha utilizado constantemente ejemplos de su propia vida para plasmar lo que quiere decir. En esta ocasión, recordó las palabras que le dirigieron un grupo de Antiguos Alumnos suyos sobre qué era lo que más apreciaban de él: "Que nos llamabas por nuestro nombre, que nos recibías a la puerta del colegio a la entrada y a la salida; y que sentíamos que nos querías” Y D. Ángel añadía: “Fijaos: me daban las gracias por lo gratuito que hacía por ellos".

Don Ángel propone a los presentes no tener miedo en ofrecer propuestas elevadas, ante la pregunta: ¿Cómo proponer la santidad en el ambiente escolar?

Citando a Don Vecchi, el Rector Mayor dijo que tenemos el deber de proponer a los chicos el desafío de llegar a ser santos. “No podemos no hablar de Jesús, no debemos caer en la tibieza. Respetar a los chicos, a su libertad, pero también hacerles propuestas elevadas”.

También habló de cuidar la cultura vocacional en todos los aspectos y ámbitos de la vida; educar para que aprendan que servir, ayudar a otros, les hace felices. Es importante redescubrir qué significa decir Don Bosco hoy; actualizar el Sistema Preventivo.

Y subrayó una vez más, como en el resto de los encuentros con educadores y Familia Salesiana,  la importancia de la misión compartida, salesianos y seglares. “Hay que preparar el futuro con seglares carismáticamente identificados, para conseguir que la misión salesiana que ofrece una casa sea la misma con más o menos salesianos. Formar sólidos equipos de coordinación pastoral en todos los ambientes”.

Terminado el coloquio, tuvo lugar una oración sencilla y sentida, que se cerró con las Buenas Noches del Rector Mayor en las que insistió en que cada día se producen milagros educativos en nuestras casas. Terminó diciendo a los educadores: “Vosotros sois los brazos, las manos, la sonrisa, el corazón de Don Bosco hoy. Somos Don Bosco hoy para los chicos y jóvenes".

Más fotografías del Encuentro en Salesianos Estrecho en este enlace.

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