La Familia Salesiana ha recibido con los brazos abiertos al Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime, en el marco del primer acto oficial de su visita a la Inspectoría Santiago el Mayor (SSM). El encuentro se ha producido esta tarde en el Santuario de María Auxiliadora de Madrid.
El provincial de SSM, Juan Carlos Pérez Godoy, le ha dado al Rector Mayor la bienvenida en nombre de toda la Familia Salesiana y ha pedido por los frutos espirituales de su visita: "Llega como X Sucesor de Don Bosco. Acojamos sus palabras para responder a los desafíos de la educación y la evangelización de los jóvenes".
A la luz de la lectura de la Palabra de Dios, el Rector Mayor ha reflexionado sobre la unidad en la diversidad, manifestada claramente en la Familia Salesiana. Sus diferentes grupos ponen "al Señor en el centro" y están motivados por el común "carisma de Don Bosco". En este sentido, ha expresado: "Más que la gestión, nuestra comunión y la fe pueden transformar realidades".
Varios representantes de los grupos de la Familia Salesiana en España han presentado en público la realidad de cada uno de ellos: Salesianos de Don Bosco, Hijas de María Auxiliadora, Salesianos Cooperadores, Asociación de María Auxiliadora, Antiguos Alumnos, Ex Alumnos y Ex Alumnas de las Hijas de María Auxiliadora, Voluntarias de Don Bosco, Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María, Damas Salesianas, Voluntarios con Don Bosco y Hogares Don Bosco.
A continuación, Don Ángel ha dedicado unas sentidas palabras a cada uno de los grupos. La vitalidad ha sido uno de los rasgos que más ha destacado. Recordando las palabras del Papa Francisco en su visita a Valdocco el pasado año, el Rector Mayor ha pedido a la Familia Salesiana que sea capaz de dar soluciones de emergencia ante problemas de emergencia.
En el último tramo del encuentro, varios miembros de la Familia Salesiana le han planteado preguntas al Rector Mayor. Don Ángel ha hecho dos peticiones concretas: abrir las puertas de las casas salesianas a los refugiados y orar para que, "si es voluntad de Dios", Mamá Margarita sea beata. También ha dejado un eslogan para afrontar los retos del presente: "Prohibido lamentarse". Y ha recordado la misión educadora y evangelizadora de la Familia Salesiana: "El día en el que no estemos en medio de los jóvenes, tendremos que empezar a preocuparnos".
