La Congregación ha emitido un comunicado a través de Don Francesco Cereda, Vicario del Rector Mayor, en el que se expresa:
"La situación sigue siendo incierta y no estamos en condiciones de proporcionar detalles específicos sobre lo que podría haber sucedido a nuestro hermano y dónde se encuentra en este momento. Sin embargo, informamos que estamos en contacto con las autoridades locales y con la Inspectoría de referencia para recibir noticias relacionadas con las investigaciones y poder abrazar muy pronto a nuestro hermano.
La oración sincera y profunda para el P. Tom Uzhunnalil con la esperanza de que puede estar pronto entre nosotros y continuar con su valioso servicio que desarrollaba en la misión. Nuestro recuerdo, también, por las cuatro Misioneras de la Caridad y los civiles que por la violencia sin sentido han truncado la vida; pero con la esperanza fundada en Cristo de que cada gota de sangre derramada sea semilla de los frutos de la paz para las personas que estaban en pleno servicio.
Como Don Bosco y Madre Teresa, que hicieron de su servicio a los últimos la misión de la propia vida y el camino para la santidad; el quedarse en los lugares marcados por la división y la pobreza testimonia la fe en el mensaje cristiano. Que de cada cruz fluya la resurrección".