Eco recibió una educación salesiana y, de hecho, en varias de sus obras hace referencia a la Congregación Salesiana y a Don Bosco. Durante una entrevista recordó los bellos momentos que vivió con los salesianos y recordó al P. Celi: "Este salesiano me enseñó a tocar un instrumento musical".
Al hablar del P. Celi, su recuerdo casi se queda inmovilizado en el tiempo. "El 5 de enero de 1945 fui a verlo ni tan campante y le dije: ‘Padre Celi, hoy cumplo trece años’. Él me contestó con tono arisco: ‘Pues muy mal empleados’. ¿Qué quería decir con eso? ¿Que llegado a aquella venerable edad debía iniciar un severo examen de conciencia? Lo que creo es que el padre Celi sabía, y me enseñaba, que un maestro debe siempre poner en crisis a sus discípulos". Sin lugar a dudas, y más allá de las creencias, Umberto Eco recibió la formación salesiana e impregnó su vida.
Este gran pensador manifestó que la obra más grande que hizo Don Bosco fue el oratorio. "El oratorio es la gran revolución de Don Bosco. Don Bosco inventa y luego la exporta a la red de parroquias y a la acción católica; pero el núcleo está en el oratorio. Cuando este brillante reformador ve que la sociedad industrial requiere nuevas formas de agregación, la primera es la juventud y luego la edad adulta, inventa una máquina perfecta en el que cada canal es de comunicación, desde los juegos hasta la música, del teatro hasta la prensa".
Umberto Eco nació el 5 de enero de 1932 en la ciudad de Alessandria, en la región italiana de Piamonte, justo en el centro del triángulo entre Génova, Milán, Turín. De pequeño, él y su madre, Giovanna, se mudaron a un pueblito en la ladera piamontesa durante la Segunda Guerra Mundial. En esos ambientes conoce a los salesianos.
Eco recibió una educación salesiana y, más allá de sus creencias personales, pasó por ambientes salesianos, se impregnó de Don Bosco y siempre se refirió a los salesianos con cariño y gratitud. ¡Descansa en Paz, Umberto Eco!