Las Salesianas, implicadas en el cuidado de la casa común

23 febrero 2016

Del 15 al 18 febrero de 2016, en  la Casa general  de las Hijas de María Auxiliadora en Roma, tuvo  lugar  el Seminario entre ámbitos sobre el tema de la ecología a la luz de la Encíclica Laudato si´, del Papa Francisco. Participaron la Madre general, Madre Yvonne Reungoat, las Consejeras y colaboradoras de Ámbito, las secretarias de la Madre.

Una comisión, constituida por las colaboradoras de seis ámbitos y coordinada por la Vicaria general sor Chira Cazzuola, preparó y animó el seminario alternando tiempos de estudio, lecturas, análisis y espacios de taller de investigación-acción y de compartir las líneas  orientativas  y opciones operativas. La finalidad del encuentro era reflexionar,  en clave educativa, sobre la Encíclica Laudato si’, para una efectiva conversión ecológica, educándose y educando para cuidar la casa común.

El primer día se recordó  el Capítulo General XXIII  y la línea de acción n. 66,3 releída desde la prospectiva de la Laudatio si’ y a la luz de la misión educativa salesiana por un compromiso a concretizar la conversión ecológica en las comunidades y en las propuestas educativo pastorales, para reencontrar el gusto de la belleza de lo Creado y el asombro ante sus maravillas; madurar la capacidad crítica para captar las injusticias presentes en un modelo de desarrollo que no respeta las personas ni el ambiente; a asumir un estilo de vida sobrio y respetuoso  en el uso de los recursos naturales, también como responsabilidad hacia las generaciones futuras y solidaridad con los menos afortunados (CG XX III, 66.3).

La palabra de la Madre en la apertura del encuentro motivó la opción del Seminario Interámbitos por la necesidad de reflexiones más profundas para compartir el fin de una colaboración  y animación más convergente y unitaria. La Madre Yvonne dijo: "La encíclica es un océano por la riqueza de los temas, es un don de la Iglesia al mundo entero, no podemos no responder a la llamada del Papa, tanto más que en el capítulo seis se habla de educación  y espiritualidad; debemos traducir en itinerarios  educativos para suscitar consciencia y conversión ecológica".

El día terminó con una breve presentación sobre el tema de la Justicia, Paz e Integridad de lo Creado, recorriendo nuevamente los últimos Capítulos Generales del Instituto.

En el segundo y tercer día se llevaron a cabo tres talleres según la metodología del ciclo para el cuidado de la casa en común, que mediante una secuencia de cinco pasos hizo  comprender con mayor profundidad las problemáticas, a individualizar las causas y a comprometerse personalmente y comunitariamente  a obrar con opciones concretas por la misión educativa.

Los núcleos, objeto de reflexión y confrontación afrontados son: la contaminación, los rechazos y los cambios climáticos; la cuestión del agua; el deterioro  de la calidad de la  vida humana y de la degradación social.

El último día se inició con la celebración eucarística, presidida por  don  Fabio Pasqualetti, sdb y docente de la Facultad de Ciencias de la comunicación en la UPS, que invitó a pedir la conversión diaria del corazón en este tiempo de Cuaresma y en un tiempo histórico en el que solo la fe es la esperanza que nos orientan y nos guía. Después animó a emprender con valentía el camino de conversión ecológica, apostando sobre la fuerza que es la comunidad.

A la presentación del  trabajo de los tres talleres siguió un tiempo de intercambio, de diálogo y confrontación,  de los que surgieron tres palabras que sintetizan la riqueza de las jornadas: conciencia, responsabilidad y experiencia, para asumir concretamente la invitación del Papa Francisco a la  conversión ecológica.

El encuentro, caracterizado por  la fraternidad y la comunión, finalizó con la palabra de la Madre que dijo: "Quiero agradecer la reflexión compartida, la experiencia es ya un signo de cambio, de responsabilidad e interconexión; gracias por el tiempo dedicado con serenidad y por los pasos  concretos individualizados. El Papa en la encíclica en el n. 208 escribe: Siempre es posible desarrollar una nueva capacidad  de salir de sí mismo hacia el otro. Sin ella no se reconoce a las otras criaturas en la capacidad de salir de sí mismos hacia el otro. Sin ella no se reconoce a las otras criaturas en su propio valor, no interesa ocuparse de algo a favor de los demás, falta la capacidad de ponerse límites para evitar el sufrimiento o la degradación de lo que nos rodea. Nosotros vivimos en comunidad, comunidades educativas, y esa es una situación privilegiada para salir de  la auto-referencialidad, superando el individualismo  y proponiendo un estilo de vida alternativo y que hace posible un cambio  relevante en la sociedad. Debemos educar a los jóvenes en la ecología integral y cuidar de sí y de los otros a tener una mirada compasiva capaz de obrar en solidaridad. El deseo es continuar compartiendo la riqueza de estas jornadas de estudio y de reflexión juntos, para que llegue a ser patrimonio común, don para transmitir de un corazón a otros corazones en un dinamismo de esperanza y alegría".

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