Conflictos, pobreza, hambre, explotación… son algunos de los peligros a los que millones de niños y niñas se enfrentan cada día en el mundo. Tan sólo los conflictos de Siria e Irak obligan a más de 14 millones de menores a vivir con miedo y necesidades a diario. Más de 27 millones de niños y niñas viven refugiados o desplazados lejos de sus hogares, 100 millones subsisten en las calles, 168 millones tienen que trabajar, 57 millones de pequeños no van a la escuela… y más de 17.000 mueren cada día por causas que se pueden evitar.
“Ante esta situación, desde Misiones Salesianas queremos que 2016 sea el año de los niños y niñas”, explica Ana Muñoz, portavoz de la entidad. No se puede volver a repetir un año tan difícil para los menores como el que hemos pasado. Para Misiones Salesianas, los niños y niñas en situación de riesgo son la prioridad. Su protección, su acogida, su educación, su bienestar, sus risas y sus juegos son el objetivo del trabajo de los misioneros salesianos en más de 130 países. “Los niños y niñas en situación de extrema dificultad siempre pueden contar con los misioneros salesianos”, añade Muñoz.
Sin embargo, este gran trabajo no podemos hacerlo solos. De ahí que, desde Misiones Salesianas, lancemos la campaña Ellos me importan. Entre todos podemos lanzar un mensaje claro a gobiernos y comunidad internacional para que los niños y niñas más necesitados estén entre sus prioridades para en este año. Unámonos para que llegue un grito alto y claro a todos los rincones del planeta. Estemos juntos porque millones de niños y niñas en el mundo no pueden vivir su infancia sin juegos, sin risas y sin cuadernos. Porque millones de niños y niñas en el mundo no tienen la oportunidad de recibir educación para soñar con un futuro mejor. Porque millones de niños conocen el sufrimiento antes de tiempo.