Jornadas de Espiritualidad de la Familia Salesiana

20 enero 2016

 

Un tiempo en primer lugar como introducción, el del jueves 14 de enero, en el Salesianum de Roma, en la apertura de las XXXIV Jornadas de Espiritualidad de la Familia Salesiana; y que, desde el comienzo, supo ya indicar un objetivo de esta cita: lograr transmitir, “contagiar” –como dijo el Rector Mayor– el entusiasmo en los intercambios de la Familia Salesiana.

La peregrinación como dimensión constitutiva del recorrido de cada hombre y la compañía de los hermanos y hermanas de camino como sostén a lo largo del camino, fueron algunos de los temas afrontados en la primera exposición de las Jornadas, por el salesiano don Natale. La fraternidad, pues, es un proceso que se va construyendo, mientras se avanza hacia el Señor Resucitado, dijo.

La tarde del jueves, vivida con el acostumbrado clima de alegría que caracteriza los encuentros salesianos, terminó con las “buenas noches” del Rector Mayor. Don Ángel Fernández Artime repitió cómo, contando con la guía de la Congregación Salesiana, él siente como responsabilidad suya propia, en calidad de Sucesor de Don Bosco, cuidar y animar a toda la Familia Salesiana. Así pues, saludó a todos los participantes presentando a los componentes del Secretariado para la Familia Salesiana, coordinado por su Delegado, don Eusebio Muñoz.

La mañana del viernes 15 de enero, se abrió con la proyección de un vídeo-síntesis de la jornada del día anterior, realizado por un equipo de operadores de “Cancão Nova”, XXV grupo de la Familia Salesiana, activo en el apostolado de la comunicación.

Inmediatamente después, El Rector Mayor explicó a la asamblea de participantes el punto central del Aguinaldo para 2016. A través de una presentación con Prezi, el Rector Mayor desgranado en partes el título del Aguinaldo: “Con Jesús”, recuerda cómo la peregrinación se origina siempre en cada fiel por una iniciativa del Señor; “recorremos juntos”, ilumina la dimensión comunitaria y eclesial del camino: “l’avventura dello Spirito” explicita que el camino de interioridad y espiritualidad que, lejos de ser una fuga del mundo, se traduce para la Familia Salesiana en un impulso a responder a las profundas aspiraciones de los jóvenes: la necesidad de vida, apertura, alegría, libertad, futuro, un mundo más justo y fraterno, de desarrollo de todos los pueblos, de preocupación por la naturaleza…

La mañana del viernes prosiguió con la reflexión de Sor Maria Ko, de las Hijas de María Auxiliadora, sobre María como icono de la Iglesia peregrina, en la que la religiosa indicó la andadura de María dejándose guiar por el Espíritu, a partir de la pregunta: “cómo será todo esto”, hasta llegar al “Hágase en mí, según su palabra”.

Ya por la tarde, las Jornadas de Espiritualidad continuaron en el Espíritu de Aventura. A las 15.30, se presentó la relación entre la fascinación y la aventura del Espíritu en Don Bosco. Fue presentada por el Director del Boletín Salesiano italiano, don Bruno Ferrero, titulada "Don Bosco: lecciones Life Coaching". En la cultura actual, también en la universitaria, el término "coaching de vida", se afianza cada vez más a la educación, a estrategias de entrenamiento y similares. El relator intenta mostrar cómo Don Bosco fue un "coaching de vida" extraordinario, con una capacidad excepcional para "dar vida": junto a él, los niños y jóvenes aplastados por una sociedad descuidada y dura; los que reflorecían de nuevo encontraban la fuerza, el coraje, la esperanza y el optimismo radical que viene de la fe.

Tras una pausa, una mesa redonda, con la participación de alto nivel, que presentó algunas obras maestras de la santidad salesiana y luego las inmensas posibilidades que el Espíritu puede hacer surgir en las personas que dejan de habitar por Él en su interior.

La profesora Elisabetta Casadei, postuladora de la causa de beatificación del beato Alberto Marvelli, cuenta el maravilloso testimonio de este joven, que murió con tan sólo 28 años, vividos intensamente, como educador apasionado, ingeniero competente, profundamente enamorado de Dios y las personas, hasta a arriesgar su vida en varios momentos. "Mi vida no es más que un acto de amor", escribió en su diario.

La profesora María Ludovica Zanet, colaboradora del Postulador General de la Familia Salesiana, expuso la vida del Venerable Siervo de Dios, el salesiano don Giuseppe Quadrio. Un joven sacerdote inteligente de gran genialidad, que escribió: "¡Oh, santo o nada! El santo no puede vivir comúnmente, en el mejor de los casos, dando mucho a Dios y guardándose algo para sí mismo. Yo debo y quiero absolutamente ser santo. No quiero que en mí no se realice el plan divino que pide ser santo".

Posteriormente, participó Pierluigi Cameroni, Postulador de la Congregación Salesiana, que ilustró la maravillosa aventura de Mamá Margarita. El Espíritu encontró en ella un alma llena de fe y un corazón maternal sin límites. "Dios estaba en la sima de todos sus pensamientos". Sentía que vivía permanentemente en presencia de Dios y expresó esta convicción con la habitual frase ‘Dios te ve’. Don Bosco recordará siempre sus enseñanzas y lo que ha aprendido de ella y que también marcará su sistema educativo y su espiritualidad”.

Después de la cena, todos los participantes en las Jornadas fueron a la Casa Salesiana de Cinecittà para asistir a la obra "Don Bosco, el Musical" espectáculo realizado por el famoso Marcello Cirillo. El día termina con las tradicionales "Buenas noches" del Rector Mayor.

Ya el sábado, 16 de enero, dos jóvenes esposos fueron los moderadores del tercer día: Michal Hort, presidente de la Confederación Mundial de Antiguos Alumnos de Don Bosco, y su esposa Martina Hortová. Don Fabio Pasqualetti guió la celebración inicial. Se dio inicio con un video titulado “la Balanza” del polaco Pawel Kuczynski.

La jornada comenzó con el testimonio de Rubén Escribano Caro, salesiano, estudiante de teología, nacido en una familia de Testigos de Jehová, que encuentra en el oratorio salesiano un sentido, una dirección y una vocación. Sobre todo descubre en todas sus experiencias la mano paternal de Dios. “No es que tengamos que buscar, es Él, Él es quien nos busca”– afirmó.

Don Antonio Jiménez, ex alumno salesiano y salesiano cooperador, contó una experiencia muy profunda de cómo conoció a Dios. “Conocí a Dios por medio de Don Bosco y María Auxiliadora”. Particularmente conmovedor fue el momento en el que recordó la terrible prueba de Dios para él y su familia con la reciente muerte de su hija de treinta y cinco años que dejó dos hijos pequeños.

El tercer testimonio fue de la doctora Emma Ciccarelli, cooperadora y vicepresidenta del Foro nacional de la Familia. Ella sintió la orientación muy especial del Espíritu Santo a través de una comunidad de las Hijas de María Auxiliadora de los cristianos y de una vida familiar con su esposo y sus cuatro hijos.

Durante la tarde del sábado tuvo lugar la charla del profesor salesiano de teología, Rossano Sala. El profesor presentó de manera lógica y clara las cuatro pobrezas presentadas por el cardenal Kasper en relación con los cuatro pilares y criterios oratorianos propuestos por Don Bosco: “pobreza corporal”, “la casa que acoge"; “la pobreza cultural, "la escuela que prepara para la vida"; “lo afectivo”, el "patio para reunirse con amigos y disfrutar en alegría; finalmente la pobreza espiritual, en relación con la "parroquia que evangeliza".

La tarde comenzó con un momento de oración (celebración creativa cuyo hilo central fue el Jubileo de la Misericordia). Don Fabio, usando la tecnología, la música e imágenes impactantes, hizo entrar en oración. La oración nos llevó a pensar en los otros, en los que nos necesitan, en las personas que marcan la lucha continua entre el bien y el mal. La oración nos invitó a vivir la misericordia y que se manifiesta como un puente que supera todo y sobre todo nos lleva a los brazos de Dios.

Tras un breve descanso, siguió el trabajo en grupo, con una participación muy intensa. Al final de la tarde el momento de celebración Eucarística presidida por el Rector Mayor, con el sermón de don Marian Kanaga, Regional de Asia del Sur. Después de la cena, todos los grupos se vieron envueltos en una noche de fiesta de familia, entre cantos, y danzas, animado por don Armando Bellocchi, concluyó el día.

El último día de las Jornadas, el domingo 17 de enero, comenzó con la Eucaristía y la homilía del Rector Mayor. Tras el desayuno, se llevó a cabo una celebración conclusiva dirigida por don Fabio Pasquialetti, se presentó el trabajo de grupo, centrado en los “pasos para cultivar la vida interior en la Familia Salesiana” y don Ángel Fernández Artime dirigió unas palabras como conclusión a estas Jornadas.

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