Cuando Don Bosco estuvo en Avilés

18 enero 2016

El hecho ocurrió en Trasona, una aldea a 5 Km. de Avilés, en una familia campesina, cuando uno de los hijos, Lalo (Bernardo), tuvo que incorporarse a filas en plena guerra civil. Todos estaban muy preocupados por la suerte que podía tener en la mencionada guerra, así que toda la familia, además de sus ocupaciones diarias, pasaba gran tiempo rezando para que nada malo le ocurriese.

Un día, Oliva, hermana de Lalo, que ya no vivía la casa familiar por estar casada, fue a ver a sus padres y hermanos y, entre otras cosas, comentaron la preocupación que tenían por Lalo, ya que sabía de vecinos que habían muerto y otros que estaban presos por los distintos bandos.

Oliva sabía que en Avilés, en la calle Galiana, existía una casa donde mucha gente iba a rezar y poner velas a un santo llamado Juan Bosco, que se había hecho bastante popular en aquella época. Fue entonces cuando comentó a su hermana Pilar:

-Pilar, ¿por qué no vas hasta la Villa a la c/Galiana y pones una vela a San Juan Bosco?

Pilar se enfadó y respondió: ¡Yo no tengo que poner una vela a un santo que no conozco!

Oliva insistía en que la gente recibía ayuda del santo.

Pilar, erre que erre: -¡Que no!

Y la conversación quedó así.

Pasó algún tiempo y la preocupación existía al no tener noticias de su hermano Lalo.

Un día a la noche, cuando toda la familia estaba en la cama a excepción de Pilar, que se quedó para terminar con los últimos quehaceres del hogar, oye llamar a la puerta. Pilar creyó por un instante que podía ser un vecino. Abre la puerta y se encuentra con un señor vestivo de cura. Simplemente le sonríe, entra un poco hacia el hall, sigue sonriendo. A Pilar le entra una paz y tranquilidad como jamás había sentido, ni volvió a sentir otro momento tan feliz como aquel. Y al poco desapareció sin más.

Subió a las habitaciones y comentó lo acontecido con la familia. Nadie le daba una solución a lo ocurrido. Hasta que su otra hermana, Amparo, comentó:

-Pilar, ¿pusiste la vela a San Juan Bosco?

-¡No!

-¿Por qué no vas a donde te dijo Oliva y la pones?

Pilar hizo caso a Amparo y fue a poner la vela a San Juan Bosco.

Al llegar a la casa de la calle Galiana, la sorpresa de Pilar fue grandísima, pues el santo que aparecía en el retrato con varias velas alrededor era el mismo y con la misma ropa que el que se le había aparecido en su casa.

Lalo regresó de la guerra sano y salvo.

San Juan Bosco estuvo presente toda la vida en esta familia, y así lo transmitió a todos sus familiares, amigos y vecinos.

También te puede interesar…

Share This