El propio inspector hablaba de una experiencia novedosa: “no porque un Capítulo sea algo nuevo, sino por el número de capitulares y la organización del mismo. Somos la inspectoría mayor del mundo en número de hermanos”. Ha dado una bienvenida especial a los seglares invitados, “tenemos que vivir este momento como un acontecimiento de gracia (…) Profundizar raíces, renovar dinamismo, siendo fieles y claros entre los jóvenes”.

Lo expresaba de esta forma en las Buenas Noches: “Tenemos ante nosotros un trabajo apasionante. El centro de toda nuestra reflexión es la vida de la Inspectoría, la vitalidad carismática de nuestras comunidades en el servicio que, en esta hora de la historia, hemos de seguir prestando a los jóvenes a quienes el Señor nos envía y nos confía. Es decir, nuestra Consagración apostólica que vivimos en la unidad de los tres elementos inseparables que la configuran: la misión apostólica, la vida fraterna y la práctica de los consejos evangélicos, vividos en un único movimiento de caridad hacia Dios y los hermanos”.

Juan Carlos Pérez Godoy cerraba sus palabras pidiendo a los capitulares que dejaran que “María Auxiliadora inspiré nuestros sueños: soñemos nuestro futuro con el lenguaje de los sueños salesianos. Tracemos juntos el camino; dejemos a un lado nuestros prejuicios”.

Para llegar a estas palabras antes había pedido a los capitulares: Altura de miras, confianza en nosotros mismos, profunda convicción de fe, disponibilidad generosa, valor para asumir nuevos éxodos y opciones.

Quedan por delante tres días de trabajos, reflexiones, de oración, de escucha.

Las Buenas noches completas se pueden leer en el documento adjunto.