Son dos días los que Samuel se ha quedado entre nosotros: Salesianos, Familia Salesiana, Seglares de la Obra y Parroquia y Jóvenes: destinatarios todos de la misión salesiana que se lleva a cabo en este punto de nuestra Inspectoría.
 
Como es normal en estas ocasiones: los encuentros, las charlas-conferencias, los diálogos personales, la presencia cercana y amiga, fraterna…es lo que hace más rico, vivo y esperanzado el camino que se viene haciendo. Asuntos como el primer Capítulo Inspectorial, la misión compartida con la Familia Salesiana, con los seglares y jóvenes de la obra, el proyecto personal de vida, etc., además de otros momentos como los Buenos Días, todo ha servido para reforzar el rumbo que, desde el comienzo del Curso Pastoral 2015 – 2016 se ha querido seguir para llegar, al final, a buen puerto.

¡Gracias a Samuel, por su sencillez y por la fraternidad compartidas estos dos días que ha estado con los que formamos parte de esta casa!