Don Bosco sigue vivo hoy, ahí donde los jóvenes tienen necesidad de cualquiera que los eduque y lo haga con “amorevolezza”.
Es salesiano cualquiera que sincroniza los latidos de su corazón con la vida de los jóvenes empobrecidos y ven a los jóvenes en Cristo y en ellos a Cristo.
Es esta la herencia del Bicentenario; es este también el mensaje que, en este día en el cual se abre un nuevo año para vivir un nuevo año para vivir a la enseñanza de la misericordia, el rector Mayor recuerda a este vasto movimiento de personas empeñadas para nuestra salvación.