¿Quién es Roberto Blanco? Preséntate por favor

Soy Salesiano Cooperador del Centro local de León-La Fontana. Soy zamorano, aunque vivo en Valladolid desde hace 28 años. Trabajo como profesor de filosofía en dos colegios privados-concertados de Valladolid y colaboro como voluntario de la Fundación Juan Soñador. Me gusta el cine y soy socio del Real Valladolid C. F.

¿Cómo conociste a los Salesianos?

En primer lugar, a través de mi hermano José María Blanco y después, estudiando  en Zamora donde los salesianos se encargaban de la pastoral en mi instituto.  Allí empecé a colaborar con ellos y hasta ahora.

¿Cómo sentiste la llamada a ser Salesiano Cooperador?

Fue hace ocho años cuando participando en el Campobosco 2007 en Turín pude asistir a la Promesa de Borja Pérez y pensé que quizás esa era la respuesta que estaba buscando de cómo orientar mi vida en ese momento. A la vuelta de ese viaje me informé y en el Centro local de León-La Fontana empecé la     formación.
           
La promesa la hiciste en la Basílica de Maria Auxiliadora de Turín, delante de doscientos Salesianos Cooperadores de toda España y con el Rector Mayor ¿Qué sentiste?

Me encontré muy bien acompañado en ese día antes, durante y después de la celebración en la Basílica, pero durante la Promesa sólo pensaba en María Auxiliadora presidiendo el acto y en lo que estaba diciendo ante el Rector Mayor. Sentí una gran responsabilidad a la vez que una enorme sensación de paz y de felicidad.

¿Qué supone para ti hacer la Promesa?

Volver a Turín con la respuesta a la llamada que allí mismo había sentido. En cierto modo, ha sido como pronunciar en voz alta el compromiso que ya había aceptado personalmente. De este modo, asumo que los demás también puedan recordármelo cuando lo consideren conveniente.

¿Cómo has vivido el Bicentenario? ¿Qué te ha aportado?

El Bicentenario no puede reducirse al día tan emotivo que vivimos en I Bechi los que hemos tenido la suerte de estar allí para celebrarlo. Han sido tres años de preparación en los que el acercamiento a la vida, la pedagogía y la espiritualidad de Don Bosco me han servido dentro de mi proceso formativo para     madurar y actualizar “su sueño”.
           
¿Qué episodio de la vida de Don Bosco te llama más la atención?

Me resulta muy interesante la reacción de los niños y jóvenes que estaban cerca de Don Bosco durante su grave enfermedad en Valdocco. No basta con amar a los jóvenes, es necesario que ellos se sientan amados; el cariño manifestado por sus muchachos prueba que con Don Bosco esto se cumple.
 
¿Qué retos de futuro piensas que debe afrontar la Familia Salesiana?

Debemos seguir trabajando corresponsablemente junto con los Salesianos allí donde estén presentes, pero también debemos estar dispuestos a adelantarnos y a tomar la iniciativa donde no estén y veamos una necesidad que podamos atender siendo consecuentes con la misión salesiana compartida.

¿Cómo piensas que podemos ser signos y portadores del amor de Dios a los jóvenes?

Con creatividad y valentía. El mensaje es el mismo pero debemos actualizar el modo de presentarlo para que llegue a los jóvenes de hoy con la suficiente fuerza y vitalidad como para que se sientan realmente atraídos por el amor de Dios. No es fácil y por eso hemos de ser creativos y valientes haciendo propuestas     nuevas sin perder nuestra identidad.

Haciendo un ejercicio de imaginación ¿Qué piensas que nos diría Don Bosco a los Salesianos Cooperadores?

 “Creced y multiplicaos”