“Ya hemos encontrado a algún niño que ha sido utilizado para pasar armas en la frontera”, explicaba la Dirección General de Protección de Infancia en Togo a los misioneros salesianos hace unos días. Una situación que agrava la realidad de los menores del África Occidental, una zona donde las cifras de tráfico de menores y de esclavitud infantil han aumentado en los últimos años.
En el Día Mundial contra la Esclavitud Infantil, que se celebra hoy, 16 de abril, desde Misiones Salesianas no han querido dejar pasar la ocasión para denunciar que la infancia tiene una nueva amenaza, la de los grupos terroristas, como Boko Haram, Estado Islámico… o de grupos militares como los del norte de Malí, que captan menores para entrar en sus filas, según denuncia Naciones Unidas. “Son menores sin oportunidades, abandonados por sus familias, que viven en la pobreza… Los grupos como Boko Haram les ofrecen dinero y les dan un estatus y un objetivo para su vida”, advierte Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas. Los niños y jóvenes que entran a formar parte de estas redes no tienen opción y, en muchos casos, viven esclavizados.
“Los misioneros salesianos tratan de romper este círculo dando opciones a estos menores. Para nosotros la clave está en la educación. Es la herramienta que abre puertas a un futuro mejor”, añade Muñoz.
Más de nueve millones de niños, niñas y jóvenes son esclavos en el mundo. Niños que son obligados a trabajar (5,7 millones), niños que son explotados sexualmente (casi dos millones), niños traficados (más de un millón), niños soldado (300.000)… niños que
ven rota su infancia. Los misioneros salesianos se enfrentan cada día a esta realidad y tratan de mejorar la vida de miles de niños, niñas y jóvenes a través de centros juveniles, escuelas y proyectos para devolverles su infancia.
La esclavitud infantil es causa y consecuencia de la pobreza y es necesario acabar con una lacra que oprime a generaciones de niños, niñas y jóvenes en todo el mundo.