Koldo Gutiérrez visitó Floreaga a menudo en los años 90, siendo Delegado provincial de Pastoral Juvenil y es conocido entre salesianos, profesores y animadores de Azkoitia, donde afirmó sentirse como en casa.

En la conferencia Koldo presentó de forma atractiva y muy clara la propuesta que marcaba el tema de su intervención: Al final de su vida, Don Bosco, concentrado en lo esencial, insistía en la importancia de la educación de los jóvenes, lo más santo y divino que podemos hacer, según decía. Cuando se le preguntaba por su ya famoso y conocido sistema educativo (el sistema preventivo), decía que debía a su madre, Margarita, todo lo que sabía sobre educación,… destacando el papel de la familia en la educación y el carácter femenino o maternal de la misma. Su madre le acompañó a Valdocco, dejando la paz de su familia, para ser la madre de aquellos chicos sin familia que recogían,…

La celebración del bicentenario de Don Bosco ha recorrido un itinerario de preparación, ahondando en la historia, la pedagogía y la espiritualidad de Don Bosco. Don Bosco unía  una gran fuerza pedagógica con sus intuiciones espirituales. Jean Guitton descubría en Don Bosco no solo el educador, sino también el hombre de Dios. Es Jesús quien le mueve a dedicar sus mejores energías a favor de los jóvenes.

Educar a los jóvenes pide cuidar nuestro propio mundo interior, nuestra vida espiritual, recuperar el amor primero o entusiasmo inicial,… pide adaptarse a los tiempos nuevos, sin perder lo esencial. En 1846, sobrecargado de trabajo, en una situación de gran incertidumbre, Don Bosco vivió una grave enfermedad. Sintió que los jóvenes que rezaban por él habían conseguido su curación de manos de Dios. El corazón de Don Bosco se volcó a Dios y a sus jóvenes: “Os debo la vida. He prometido a Dios que hasta mi último aliento será para vosotros”. Ciertamente la educación es cosa del corazón, y la llave del corazón, según la visión de Don Bosco, sólo la tiene Dios.

Hacia la conclusión de la conferencia, Koldo presentó algunas propuestas:

• Tenemos la suerte de poder dedicarnos a la educación: es una gran responsabilidad, pero también es fuente de satisfacción.
  
• ¿Queréis hacer una cosa buena: educar a la juventud? Dar importancia a la comunidad educativa y el espíritu de familia.
  
• Ponemos al niño y al joven en el centro, estando junto a ellos, acompañándolos.
  

Generosidad, paciencia y acompañamiento son claves en la educación, que requiere procesos largos, como se ve en la parábola evangélica del sembrador.

En el turno de preguntas y comentarios,  Koldo destacó el aire fresco que aporta a la pastoral actual el Papa Francisco, al que se había referido varias veces en la conferencia. Insistió en la esperanza que conlleva la presencia de jóvenes cristianos muy comprometidos con la iglesia y la sociedad. Destacó la importancia de “contar historias” a nuestros jóvenes.

Al final de la charla, la organización agradeció la participación de los conferenciantes, público y patrocinadores en las XXVI. Kultur Jardunaldiak de Floreaga (IGE-AMPA, Colegio San Jose de Floreaga, Ayuntamiento de Azkoitia, Javier Artetxe FK). Además recordó que estas jornadas terminarán con el “Bertso saioa” del 17 de abril, para el que conviene reservar entradas.