Por un lado, un grupo de 30 educadores se encontraron en clave de convivencia cristiana. Animada por Mateo González, ofreció a los participantes la ocasión de volver a situarse en lo genuino de su vivencia vocacional, inspirándose en Don Bosco, santo educador. A través de diferentes subrayados, los educadores tuvieron oportunidad de compartir, dialogar, orar y celebrar la fe.
El otro grupo estaba compuesto por 25 animadores, que continuaban su formación; esta vez de la mano de Mateo del Blanco. El tema sugerido para la ocasión fue el de las Relaciones interpersonales, una propuesta desde el Análisis transaccional. Los participantes han valorado lo útil del tema de cara a mantener una sana relación educativa con los chicos a los que animan; a la vez de proporcionarles claves interesantes para la vida personal.
Ambos grupos concluyeron su fin de semana con la celebración de la Eucaristía.