Oscar Romero, beato y mártir

4 febrero 2015

 

Al proclamarlo mártir, no necesita un milagro para elevarlo a los altares.

El Papa ha proclamado beato al arzobispo de San Salvador (El Salvador), Óscar Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980, al reconocer que el obispo es mártir, ya que fue asesinado "in odium fidei" (en odio por su fe) mientras oficiaba una misa en la iglesia de la Divina Providencia en San Salvador.

Según ha informado el Vaticano en una nota de prensa, Francisco ha autorizado a la Congregación de la Causa de los Santos del Vaticano, tras una reunión con el Prefecto cardenal Angelo Amato, la promulgación del decreto de martirio de Romero.

Las Normas de la Congregación para las Causas de los Santos (Normae Servandae in Inquisitionibus ab Episcopis faciendis in Causis Sanctorum), aprobadas y ratificadas por Juan Pablo II el 7 de febrero de 1983, establecen que el proceso de beatificación puede ser completado por dos vías: por causa de virtudes heroicas, si el fiel vivió las virtudes cristianas en grado heroico, o de martirio si el fiel sufrió martirio por su fe, con recorridos procesales distintos en ambos casos.

En el caso de Romero, que ha sido proclamado mártir, no se procede a la declaración de venerable y, además, no ha sido necesario aprobar un milagro.

El proceso de beatificación del arzobispo salvadoreño se inició hace 14 años. El 18 de agosto, en el avión de vuelta de su viaje apostólico a Corea del Sur, el Papa reconoció ante los periodistas que el proceso de beatificación de Romero había sido "desbloqueado" debido a que consideraba muy importante avanzar ya que el arzobispo era "un hombre de Dios".

La consideración de beato constituye el tercer paso en el camino de la canonización. El primero es siervo de Dios, el segundo venerable, el tercero beato y el cuarto santo.

Palabras de Óscar A. Romero el 10 de diciembre de 1977:

"Es muy fácil ser servidores de la Palabra sin molestar al mundo,?una palabra muy espiritualista, una palabra sin compromiso con la historia, una palabra que puede sonar en cualquier parte del mundo porque no es de ninguna parte del mundo – una palabra así no crea problemas, no origina conflictos.? Lo que origina los conflictos, las persecuciones, lo que marca la iglesia auténtica es cuando la Palabra que abrasa, como la de los profetas, anuncia al pueblo y denuncia…?Éste es el servicio difícil de la Palabra."

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